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Dominicas de Lerma |
¿Qué
tendrá el corazón humano que siempre está insatisfecho? Ahora que hace calor,
nos gustaría un poco de fresco; cuando llega ese frío invernal, nos olvidamos
del calor que hace en verano; si un día decidimos relajarnos y acomodarnos, nos
incomoda ese favor que nos piden de forma “inoportuna”…
Y
es que, en realidad, nada de este mundo puede colmar nuestro corazón, porque en
él habita una sed de eternidad que solo Cristo puede saciar. Nuestro bagaje
humano trata de ir llenando ese vacío progresivamente con cosas humanas, muy
buenas e incluso recomendables, pero que, en sí mismas, no bastan para llenar
una vida entera. Siempre volvemos a experimentar esa sed que nos reclama más y
más.
Para
mí, la Luz sobre este tema la veo cada día en nuestro jardín. Otros años ya he
escrito sobre ello, pero siempre me vuelve a hablar tan fuerte al corazón…
En
mitad de la huerta tenemos un tanque de agua, que gracias a un motor recibe un
caudal muy amplio capaz de llenar toda su capacidad. Pero esa agua no es solo
para llenar el tanque, sino que, a su vez, del tanque brotan fuentes de agua
para regar todo el jardín.
¡Así
está diseñado nuestro corazón! Contiene un hueco inmenso que Cristo quiere
llenar con su Agua viva, para que, desde nosotros, pueda brotar Vida para los
demás.
Sin
embargo, ya sabemos por experiencia que, si dejamos el agua mucho tiempo dentro
del tanque sin abrir las fuentes para regar, esa agua comienza a estancarse y
se llena de todo tipo de suciedad. Y entonces experimenta el vacío y las
consecuencias de no darse.
Cristo
es quien llena de Vida nuestra vida. Es Él. Su caudal está dispuesto a
colmarnos. Tan solo tenemos que acogerlo y, a la vez, abrir nuestras manos
hacia los demás, para que fluya Su Vida.
Hoy
el reto del amor es acudir a la Fuente de Vida y regalársela a los demás.
¡Cuántas cosas recibirás hoy del Señor…! Que nada quede solo en ti; disfrútalas
compartiéndolas con los demás.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
02 julio 2025
Fuente: Dominicas de Lerma