![]() |
Foto: Vatican Media. Dominio público |
Estas han sido las palabras que les ha dirigido el Papa León XIV a jóvenes, profesores y sacerdotes que se han reunido con él esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. Provenientes de Dinamarca, Irlanda, Inglaterra, Gales y Escocia, han peregrinado a Roma y han mantenido esta audiencia con el Papa con motivo del Año Santo.
El Santo Padre les ha transmitido que la capital italiana es un lugar especial en la vida de los cristianos, entre otras cosas, porque en ella los apóstoles Pedro y Pablo dieron su vida. Además, ha destacado la profundidad de las peregrinaciones en este Año Santo, que vienen cargadas de «momentos que nos ayudan a crecer, porque a través de ellos el Espíritu Santo nos moldea con ternura para que seamos cada vez más conformes a la mente y el corazón de Jesucristo».
En un momento del encuentro, León XIV se ha dirigido especialmente al profesorado presente en la sala y les ha recordado que los chavales «los verán como modelos de vida y de fe, y los mirarán de manera particular por cómo enseñan y cómo viven». De esta manera, les ha instado a ser acompañantes para que los jóvenes «puedan cultivar cada día su propia relación con Cristo, que es quien nos ofrece el modelo de toda enseñanza auténtica».
«Recuerden que una peregrinación no termina, sino que se centra en la «peregrinación diaria del discipulado»», ha puntualizado León XIV antes de impartir la bendición. «Todos somos peregrinos y siempre lo somos, en el camino que buscamos para seguir al Señor y para encontrar nuestro propio camino en la vida».
Ester
Medina Rodríguez
Fuente:
Alfa y Omega