El Papa León XIV ofreció recientemente un consejo matrimonial a una joven pareja estadounidense pocos días después de su boda, compartiendo cómo fue bendecido por el ejemplo de sus propios padres, quienes rezaban el rosario juntos todos los días.
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Los recién casados Anna y Cole Stevens se reúnen con el papa León XIV Crédito: Cortesía de Anna y Cole Stevens. Dominio público |
El
momento, captado en video, se convirtió en un intercambio inesperadamente
íntimo con el pontífice estadounidense, quien respondió con calidez a su
pregunta sobre cómo rezar juntos como matrimonio.
“Ante
todo, es muy importante ir despacio y encontrar el estilo de oración que
funcione para ustedes y su espiritualidad”, respondió el Papa León en inglés.
“Mis
padres rezaron el rosario juntos toda su vida, todos los días. Siempre sentí
que fui bendecido por su amor mutuo y por su fe en Dios… Es algo maravilloso”,
añadió.
Los Stevens, que actualmente viven en Pensacola,
Florida, se acercaron a la abarrotada audiencia general con sus trajes de boda,
sin saber si siquiera lograrían encontrarse con el Papa. Eran una de las
aproximadamente 65 parejas recién casadas presentes ese día en la Plaza de San
Pedro para recibir la bendición de “sposi novelli”,
una oportunidad que el Vaticano ofrece cada semana a los católicos que se han
casado dentro de los seis meses previos.
“Rezamos
un rosario mientras esperábamos que comenzara la audiencia, porque estábamos en
la plaza desde las 8 a.m. Y la pregunta que vino a mi corazón mientras
rezábamos fue: ¿cómo podemos profundizar nuestra fe y nuestra vida de oración
dentro del matrimonio?”, contó Cole.
Anna
recordó cómo el Papa León respondió a la pregunta de Cole como si no hubiera
nadie más en la plaza en ese momento.
“No
había prisa en su voz. No miraba a su alrededor… Estaba completamente
concentrado en la pregunta de Cole y en cómo podía responderla lo mejor
posible”, relató.
Después
del intercambio, la pareja le dio al Papa una estampa conmemorativa de su boda.
“Luego le pedimos su bendición personal, y él nos la dio… impuso sus manos
sobre nosotros y nos bendijo”.
“Nos
encomendó a la Sagrada Familia y rezó para que la Sagrada Familia nos
protegiera, nos guiara y nos acompañara”, añadió Anna.
Sin
que el Papa lo supiera, Cole llevaba consigo una reliquia de la Sagrada Familia
—una tela que tocó el bastón de San José, el velo de la Virgen María y el
pesebre del Niño Jesús— cuando recibieron la bendición.
Cole,
de 24 años, originario de Colorado, y Anna, de 25, maestra de escuela en
Birmingham, Alabama, se conocieron en una cita a ciegas mientras él estudiaba
una maestría en la Universidad de Alabama.
“Una
buena amiga mía de la secundaria conoció a Cole y le preguntó qué tipo de chica
le interesaba. Y Cole dijo: ‘una jugadora de vóley católica’. Y ella respondió:
‘conozco a una’… y era yo. Yo jugaba vóley en la universidad y era su única
amiga católica. Así empezó todo”, contó Anna.
Su
relación creció con llamadas a distancia y visitas entre ciudades de Alabama.
“Me llevó a la capilla de adoración en nuestra tercera cita. Y ahí fue donde me
propuso matrimonio dos años después”, recordó Anna.
Rezaron
novenas juntos durante 90 días antes de la boda —a San José, a la Virgen de
Lourdes y a la Sagrada Familia—.
Su
luna de miel, originalmente planeada en la Costa Amalfitana, dio un giro cuando
descubrieron la posibilidad de recibir una bendición especial para recién
casados en el Vaticano. “Estábamos mirando Sorrento y nos dimos cuenta de que
estábamos a solo dos horas. Cómo íbamos a perdernos el Año Jubilar y las
Puertas Santas? Y cuando supimos de los ‘sposi novelli’, dijimos: tenemos que
ir”, dijo Anna.
Era
la primera vez que Cole salía del país. “No hay otra experiencia en mi vida que
pueda describir como verdaderamente transformadora y sobrecogedora al mismo
tiempo”, dijo sobre su encuentro con el Papa León.
De
vuelta en Pensacola, el consejo del Papa León ya ha dejado huella en la vida de
la joven pareja. “Es curioso. Al final del día decimos: ‘¡Ay no, no hemos
rezado el rosario! Tenemos que hacerlo; el Papa León nos dijo que lo
hiciéramos’. Así que lo hemos incorporado”, comentó Anna.
¿Su
solución? Paseos con el rosario después de la cena.
“Nuestro
nuevo objetivo es salir a caminar rezando el rosario cada noche, y se ha
convertido en uno de nuestros momentos favoritos del día. Es muy pacífico.
Generalmente es al atardecer”, dijo Anna.
“Lo
usamos como una oportunidad para rezar por intenciones particulares de la
semana”, añadió Cole.
Anna,
reflexionando sobre el consejo del Papa, dijo que lo importante es “encontrar,
como dijo el Papa León, una forma que funcione para ustedes. En nuestra etapa
de vida actual, son los paseos con el rosario. Cada pareja tendrá su momento y
su manera de rezar juntos”.
Lo
que más impactó a Cole fue la aplicabilidad del consejo papal. “Me sorprendió
lo real que fue… Muy práctico: esto es lo que hicieron mis padres, y ahora
encuentren lo que funciona para ustedes. Es un consejo que realmente podemos
aplicar”.
Traducido y adaptado por ACI Prensa.
Publicado originalmente en CNA.
Por Courtney
Mares