Los tantos distractores basura que nos separan de la verdad son un riesgo para quien tiene vacíos espirituales. ¿Reconoces estos síntomas en ti?
![]() |
Prostock-studio |
Cada día nos
sorprende con nuevos contenidos virales en las redes sociales y, debido a que
las personas buscan constantemente la manera de sentirse plenas, consumen
contenidos sin riqueza que se quedan grabados en su mente de manera inmediata;
y si no se cuidan, también invaden el corazón. Esta necesidad constante, que no
se puede llenar, puede venir de un vacío espiritual; y como toda enfermedad,
este vacío tiene síntomas.
Los síntomas
de los vacíos espirituales
Tal vez parezca
obvio, pero no todos estamos conscientes de que tenemos algún vacío en la vida:
tal vez de amor, de amistad, de conocimiento; pero puede ser más común que
pasen desapercibidos los vacíos espirituales.
¿Cómo se pueden
detectar? ¿cuáles son los síntomas?
1. Insatisfacción
permanente
Quizá es el más
notorio. Suele detectarse cuando se tiene todo en la vida: éxito en la
profesión, amor, amigos, bienes materiales, salud... pero por dentro, se siente
que algo falta. Todo el tiempo hay insatisfacción y no hay una respuesta
adecuada, como leemos en el libro del Eclesiastés:
"Todo el
esfuerzo del hombre va a parar a su boca, pero el deseo no se satisface
jamás" (Ecl 6, 7).
2. Codicia
por tener cada vez más
Es en estos
casos en los que, por más que se llenen los huecos, no se acaba la sensación de
que algo falta. Y no hay edad para ello. Desde un adolescente al que todo se le
ha dado, o aquél que ha tenido que luchar para alcanzar sus objetivos, o bien,
un adulto que constantemente se enfrenta a retos para ser popular, les ocurre
que nada les llena.
El profeta
Isaías advierte sobre esto:
"¿Por qué
gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia?
Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con sabrosos manjares"
(Is
55,2).
Y el
Eclesiastés sentencia:
"El que
ama el dinero no se sacia jamás, y al que ama la opulencia no le bastan sus
ganancias". (Ecl 5, 9).
3. Llenarse
con basura
Ante la
realidad del vacío, el ser humano insisten en llenarse, pero lo hace con basura
en lugar de volver sus ojos hacia Dios. Porque los obstáculos no le permiten
elevar su vista al cielo y prefiere atiborrarse de todo lo que embota los
sentidos en vez de humillarse y reconocer que todo lo que desea solamente Dios
lo tiene.
Palabras duras
tiene el profeta Ezequiel:
"Arrojarán
su plata por las calles y su oro se convertirá en basura: su plata y su oro no
podrán salvarlos el día del furor del Señor. No saciarán su avidez, ni llenarán
sus entrañas, porque el oro y la plata fueron la piedra de tropiezo que los hizo
caer en la iniquidad" (Ez 7,
19).
El remedio:
volver a Dios
Nuestro Señor
nos ama infinitamente y espera que nos demos cuenta de que solo Él remediará
nuestras necesidades. Quien humildemente reconoce que no puede, Él mismo lo
reconfortará. Recordemos su promesa:
"Vengan a
mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré" (Mt 11,
28).
Que nuestra
vida sea plena en Dios y para Dios, porque al que lo tiene a Él, no le falta
nada.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia