Aquel día el hoy Papa León XIV tenía 27 años y ya había estudiado Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino
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Prevost el día de su ordenación sacerdotal (V. News) |
Un 19
de junio, pero de 1982, el entonces joven Robert F. Prevost recibía la
ordenación sacerdotal de manos del arzobispo belga Jean Jadot, entonces
propresidente del Secretariado para los no cristianos. La Providencia quiso que
se convirtiera en sacerdote a escasos metros de donde muchos años después se
convertiría en Papa, la capillas de Santa Mónica de Roma, muy
cerca de la plaza del Santo Oficio, donde actualmente reside el Pontífice.
En el momento
de su ordenación, tal y como recuerda Andrea Tornielli en Vatican News,
el padre Prevost tenía 27 años y ya había estudiado Derecho Canónico en
la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. Había ingresado
en la Orden de San Agustín cinco años antes y había hecho sus
votos solemnes en 1981. En 1985 sería enviado como misionero al Perú,
sirviendo en la misión de Chulucanas, Piura.
Como
recordatorio de aquella celebración, el futuro León XIV editó una tarjeta en la
que quiso que se escribieran las siguientes palabras: «Para mí, alimentarlos a
todos con el pan común es algo que no puedo hacer. Pero esta Palabra es su
porción. Los nutro de la misma mesa que me alimenta. Soy su siervo».
El pasaje
elegido para la tarjeta de recuerdo evoca otros pasajes de san Agustín, en
particular las Exposiciones sobre los Salmos (103, III, 9): «Eres un buen
siervo de Cristo —escribía el Obispo de Hipona— si sirves a quienes Cristo
sirvió… Quien con su sangre te hizo libre, te hizo mi siervo… Aprende a amar a
tus siervos, pero en el nombre de tu Señor. Que Él nos conceda realizar bien
este servicio, porque, voluntaria o involuntariamente, somos siervos; sin
embargo, si lo somos por voluntad propia, no servimos por necesidad, sino por
caridad».
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega