HOY, EL RETO DEL AMOR ES SENTARTE EN UNA IGLESIA Y PEDIRLE A JESÚS QUE TE DÉ SU AMOR

Abundancia de fruto

Dominicas de Lerma

Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Este año estoy impresionada por la abundancia de fruto que tienen los árboles. En la huerta, donde paseo, hay algunos al borde del camino con sus ramas repletas de frutos todavía muy pequeños. Al mirarlos, siempre pienso cómo una rama tan delgada puede sostener tantos frutos y hacer que crezcan. A veces pienso que el peso la romperá… y alguna vez ha pasado.

Pero al observar la naturaleza, es imposible que el alma no se eleve al Creador. Le daba gracias al Señor por esta abundancia de frutos, pero también por la abundancia de Su amor. Porque detrás de estos frutos, está Su amor por ti y por mí. Estos frutos los crea para alimentarnos: son fruto de Su amor por nosotros. Y es que en el Señor, el motor de Su vida es el amor.

Muchas veces nos cuesta entender al Señor o descubrirlo, pero solo tenemos que mirarlo con los ojos del amor y empezamos a verle en lo que nos acontece. El amor es lo que nos hace felices: por un lado, nos sentirnos amados y cuidados por el Señor, con la certeza de que siempre permanece con nosotros; y por otro, amarnos los unos a los otros, como nos lo dijo y pidió Jesús.

En el Evangelio vemos a Jesús, que nos pide que nos amemos y cuidemos unos a otros, como Él lo ha hecho.
Jesús nos dice: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos».

Aquí, en Su vida entregada, es donde nosotros encontramos la fuente de la vida y del amor. Seguramente, muchas veces, tú no vas a poder amar con tus propias fuerzas, sino que es Cristo quien te da Su amor para que ames a través de Él.

Hoy, el reto del amor es sentarte en una iglesia y pedirle a Jesús que te dé Su amor, para que puedas amar con el amor de Cristo.

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!

23 junio 2025

Fuente: Dominicas de Lerma