El regalo
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer me
avisaron de la llegada de un regalo. Mi sorpresa fue que, aunque en la portería
había varios paquetes, el mío lo distinguí rápidamente. Era distinto, estaba
envuelto con papel de regalo y, además, el papel era diseño especial de la
tienda.
Me fue muy
fácil identificarlo, pero lo que más me sorprendió fue la delicadeza con la que
habían cuidado cada detalle: una pegatina, un papel religioso, una tarjeta de
agradecimiento, todo bien doblado y ordenado.
En la oración,
le daba gracias al Señor por tener tantos detalles conmigo a lo largo del día.
Sé que muchos se me pasan y ni me entero, pero de otros muchos me doy cuenta al
momento, y le doy gracias rápidamente. Cuando le agradezco algo al Señor, el
alma se ensancha y los ojos se abren mucho más para seguir reconociéndole vivo
y resucitado a lo largo de la jornada.
En el
Evangelio, Jesús hace milagros espectaculares: convertir el agua en vino,
resucitar a un muerto, curar a un poseído, a un paralítico… Pero también le
gustaban los milagros que no hacían ruido: una mirada al pobre del borde del
camino, una palabra de consuelo a la viuda… Con sus discípulos, una y otra vez,
les explicaba el Reino de Dios.
En el Evangelio
vemos a Jesús con detalles que marcan la diferencia, que convierten lo
ordinario en extraordinario. Porque el amor hace grandes las cosas pequeñas. Y
ahí, en el detalle que nadie ve, tu Padre, que ve en lo escondido, te
recompensará. Porque a los ojos del Señor, nada queda oculto. Él está siempre
con nosotros y nos da la fuerza para amar en todo momento.
Hoy el reto del
amor es hacer dos cosas por amor al Señor. No busques recompensas humanas, solo
mira a Cristo y ama. Verás que la felicidad te llenará el alma de alegría.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
06 junio 2025
Fuente: Dominicas de Lerma