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Mons. García Magán durante la rueda de prensa. Foto: CEE Dominio público |
El
prelado reveló cómo ha sido el proceso en torno al Valle:
«El gobierno de España
manifestó años atrás la intención de resignificar la Basílica y los espacios en
torno del Valle de los Caídos, incluida la desacralización de la Basílica y la
salida de los benedictinos. Como saben ustedes, el pasado 11 de octubre el
presidente visitó al Santo Padre y tuvo un encuentro también con el cardenal
Parolin. En ambos encuentros el presidente planteó la resignificación del Valle
en el contexto de la Ley de Memoria Democrática.
La Santa Sede conoció
de encuentros que se habían producido a tres bandas, por parte de los monjes de
la Abadía, del cardenal de Madrid, donde está sita la Abadía y del presidente
de la Conferencia Episcopal y el Nuncio apostólico.
Los criterios
compartidos siempre por este grupo de trabajo eran que en primer lugar la
Basílica tenía que mantenerse para orar por todos los caídos, por la
reconciliación y por la paz, y segundo la presencia de los monjes.
Ulteriormente el
ministro Bolaños tuvo una visita a Roma donde estuvo con el cardenal Parolin y
con el Secretario para las relaciones con los estados, Mons. Gallagher. El
planteamiento del gobierno tenía como punto de partida en ese momento la salida
de la comunidad benedictina y la desacralización de la Basílica. También estaba
el tema, aunque no fue estrictamente propuesta del gobierno, la destrucción de
la Cruz que preside el conjunto monumental.
El planteamiento que
trasladó la Iglesia al gobierno, el cardenal Parolin y la Santa Sede,
estableció que fuera el cardenal Cobo el interlocutor con el gobierno puesto
que la Basílica se encuentra en territorio de la archidiócesis de Madrid. El
planteamiento que presentó la Iglesia fue la conservación siempre de la
Basílica y el mantenimiento del culto católico en el lugar, como lugar de
oración por la paz, la reconciliación y por todos los caídos en la nefasta
guerra civil española. Segundo, la presencia de una comunidad monástica en el
lugar para atención de la Basílica; y tercero, que la Cruz no se podía
destruir, puesto que es una expresión del amor, de la entrega, del perdón por
parte de Jesucristo.
En este momento, lo
único que está definitivamente acordado, y esto se ha sabido porque una vez más
ha sido el gobierno el que ha filtrado este proceso de diálogo, es que de ese
planteamiento inicial de la salida de la comunidad benedictina queda que la comunidad
sigue; el mantenimiento de la Basílica como espacio sagrado destinado al culto;
y tercero, el respeto a todos los elementos religiosos situados fuera de la
Basílica.
Ahora
bien, el gobierno todavía habla de la resignificación, pero todavía no se conocen
los extremos de esa resignificación ni tampoco los plazos de tiempo ni de
lugar».
Regulación de inmigrantes
Por
otro lado, el portavoz de los obispos también instó a los grupos parlamentarios
del Congreso, especialmente al PSOE y al PP, a aprobar la Iniciativa
Legislativa Popular que propone la regularización extraordinaria de más de
500.000 inmigrantes, respaldada por más de 600.000 firmas.
García
Magán destacó que se trata de personas que «ya están integradas, que trabajan y
que contribuyen al bien común» y alertó sobre la especial vulnerabilidad de las
mujeres inmigrantes en situación irregular. Criticó además las dificultades
existentes para el reagrupamiento familiar y el reconocimiento del estatus de
refugiado.
En
la misma línea, rechazó que se asocie inmigración irregular con delincuencia y
recordó que la posición de la Iglesia siempre ha sido clara a favor de una
acogida digna y de políticas que respeten los derechos humanos
Fuente: InfoCatólica