La agente Silvia Barrera ofrece siete claves para enfrentarse con los peligros de Internet
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Silvia Barrera especializada en ciberseguridad |
El uso y
abuso de los dispositivos móviles por parte de los menores es uno de
los grandes retos a los que se enfrentan los padres hoy en día.
La red es un
universo enorme con grandes oportunidades pero también con numerosos peligros:
pornografía, ciberacoso, adicción, hipersexualización...
En muchas
ocasiones los padres no saben dar respuestas y cuando se percatan del problema
ya es tarde.
Sobre este
asunto sabe mucho Silvia Barrera, inspectora de Policía y experta
en ciberseguridad. Persigue el cibercrimen desde 2006. Esta agente
especializada publicó en 2020 su libro Nuestros hijos en la Red. 50 cosas que debemos saber para
una buena prevención digital y en una interesante entrevista en ABC dio respuesta a algunos
de estos interrogantes.
1- Tiempos
más complejos
-Hay que
comprender que los adultos hemos heredado la Red y la utilizamos más con fines
profesionales o utilitarios (hacer compras por internet, utilizan la banca
online, etc.). Pero los niños no. Para ellos, su mundo gira en torno a lo
digital. Su manera de comunicarse es visual: no se llaman por teléfono
sino que se envían un vídeo por TikTok. Este es el mundo en el que han nacido.
»Lo viven con
la misma intensidad con la que nosotros vivimos en su momento el mundo físico
y, por tanto, hay que entenderlo. Por eso es vital crear una cultura
digital desde pequeños. ¡Es lo que van a proyectar en su vida! Es una
inversión de futuro. Internet no es un fenómeno que ha venido para irse. No, ha
llegado para quedarse, está aquí y va a ir a más. Por eso es tan
importante entender este nuevo mundo.
2-Actúa, no
te excuses
-Es una
necesidad que entendamos el mundo en el que viven los menores porque los
adultos seguimos viendo internet como un juego. Se piensan que los menores
viven en un mundo virtual en el que juegan, se divierten, experimentan... Pero
es que estamos hablando de «su mundo», y es un entorno que tiene muchos
riesgos.
»Al igual que
en el físico nos preocupamos por no dejarles solos en plena calle, ¿por
qué les dejamos solos en el mundo virtual? Cuanto antes nos sentemos
con ellos a hablar, a explicarles las cosas, mejor. Es el mundo que nos ha
tocado vivir.
»No hay que
olvidar que con 3 años les estamos dejando la tableta para que vean vídeos.
Con esa edad no va a chatear y cuando se la quitas, se la has quitado. No lo
discute. Pero estamos dándole ya un dispositivo electrónico desde que no saben
hablar, están consumiendo información y es solo cuestión de tiempo que quieran
independencia, que te pidan un móvil, con sus cuentas, y tener cierta
privacidad. Por eso es una inversión de futuro. Lo que no puedes hacer es darle
un móvil a la edad que sea y cuando tenga 15, ponerle normas e intentar
reconducir la situación cuando antes no les has formado ni has establecido unas
normas.
3-Que sea tu
prioridad
- Es una
cuestión de prioridades porque forma parte de la educación enseñarles
los riesgos de la Red y estar un poco al día de los que sucede. Es
también una inversión de futuro. A los niños les están dejando solos con una
herramienta que les abre al mundo. Por eso no se les puede dejar solos. ¡Lo veo
todos los días!
»Hay que
configurarles el dispositivo, enseñarles que no pueden estar todo el día
conectados y que, a la hora de dormir, se van a su cuarto sin el móvil. En la
familia se deben crear unas normas de uso y un clima de confianza porque los
niños van siempre a buscar ciertas aplicaciones, redes sociales, o cosas por
internet por su cuenta. Pero, al estar educado, sabe que se salta las normas y
cuando reciba un mensaje de un extraño o algo peligroso, te preguntará.
» Es mejor
que el niño vaya a ti a que tú tengas que estar detrás de él. Y este tipo
de conflictos familiares son asuntos que la familia, no la policía, tiene que
resolver en casa.
4-«Ciberagentes»
de los hijos
- Es que los
adultos no son conscientes y, además, ignoran la potencialidad de los niños,
que son muy listos: pueden saberse cuál es tu código de desbloqueo del móvil o
descargarse «apps» que no deben, usarlas y luego eliminarlas. Los padres tienen
que estar muy atentos y no pueden permitir que el niño tenga un móvil
cuyo código PIN desconozcan o no sepan qué hace su hijo tanto tiempo
con el móvil.
«Si se lo quito
se enfada», me dicen muchos padres. Quítaselo. No hay más. No se les va
a crear un trauma por quitarles el móvil durante una semana por un mal
uso o por si se saltan las normas. Hay que ser estrictos.
»De hecho,
estoy segura de que si vieran lo que yo veo todos los días, serían
conscientes y no darían móviles a sus hijos.
5-Entender
cómo funciona
-No hace falta
que hagan un máster ni nada parecido. Lo explico en el libro. Hace falta solo
entender cómo funciona la Red. Son solo cuatro cuestiones muy básicas. Al
final, todo se repite. Los padres me siguen haciendo las mismas
preguntas que hace 10 años: siguen las mismas dudas y la misma ignorancia.
Ves que al final no saben ni lo más básico.
»¿Cuántos saben
que la edad mínima de acceso a las redes sociales es de 13 años? ¿Y 16 en el
caso de WhatsApp? Olvidamos que los niños no tienen herramientas
emocionales para afrontar una situación de acoso. ¡No las tiene ni un
adulto! Los riesgos están ahí y por eso hay que enseñarles.
6-Ser
didácticos con ellos
-El afán de los
menores es tener seguidores o, si no, eres un don nadie. Ellos saben que cuanto
mayor impacto genere lo que publiquen, más «likes» y seguidores obtendrán.
Entonces no distinguen si el contenido es peligroso, violento, de adultos...
Pero saben que llaman la atención.
»Y además,
tienen referentes que, en muchas ocasiones, son adultos. Creen que socialmente
está bien visto así que ¿por qué no lo van a hacer ellos? Hay que explicarles,
sin embargo, que eso no está bien. Es difícil pero hay que pararles los
pies. No se les puede mandar el mensaje de que valen más por lo que publican en
sus redes sociales.
El problema es
que ese contenido es accesible y nadie les enseña que lo que un
«youtuber» recomienda es falso o que lo que hace no está bien. Y son
sus referentes. Todo esto hay que hacerlo a edades tempranas. No hay que
hablarles de delitos, sino de límites, y explicarles que no se pueden compartir
fotos íntimas, por ejemplo. Por que hay otra cosa: es más fácil cruzar
la línea roja en internet que en el mundo físico.
7-Pendientes
de lo que publican
-Son muchos los
conceptos que me planteas. Lo primero que deben saber los padres es qué
publican sus hijos por la razón de que si un menor de 12 años está en
Facebook compartiendo fotos, vídeos o cualquier otro tipo de contenido... ¿por
qué tiene perfil en esta red social cuando no puede?
»En el caso de
que quiera tenerlo, habrá que configurarle una cuenta a través de un email que
maneje el progenitor, por ejemplo. El perfil lo tiene que configurar también el
padre o la madre aunque «yo te deje usarlo». Y a los niños hay que dejarles muy
claro que esa cuenta la gestionas y revisas tú. Nunca hay que dejar que se haga
él su propio perfil en una red social.
»Con respecto a
la intimidad, no se trata de leerle todas sus conversaciones de WhatsApp pero
sí de supervisar su actividad. Por ejemplo, si vemos que chatea con alguien que
no es de su círculo cercano, que se esconde o se aparte de ti cuando está con
el teléfono, no quiere que sepas cuál es su PIN... Algo pasa. Por eso
siempre se debe supervisar el teléfono.
»Lo que está
claro es que revisarle todo porque sí, no. Pero depende de cada caso, depende
mucho de la madurez del menor, de lo que se le inculque... Por eso insisto en
la misma idea: es vital enseñarles desde pequeños, establecer un clima de
confianza con el menor. Hay padres que consienten todo y cuando es así,
tenemos dos opciones: que nunca pase nada o que, cuando pase,
sea ya demasiado tarde para encauzar esa situación.
Entrevista
publicada originariamente en el diario ABC, ReL se hizo
eco el 6 de febrero de 2020
Fuente: ReligiónenLibertad