Si no entendemos lo que Dios quiere para nuestra vida, nos gustaría encontrar la respuesta rápida a su voluntad, pero a veces podríamos equivocarnos de fuente
![]() |
A9 STUDIO | Shutterstock |
Para algunas
personas, a veces la vida se presenta un tanto confusa, y cuando desean
entender cuál es la voluntad de Dios para su vida, pero su fe no está bien
cimentada, buscan respuestas en lugares equivocados.
Usar el
discernimiento
Un método que
mucho nos ayudará a entender qué viene de Dios es el discernimiento. El sitio web de la Arquidiócesis de Seattle dice que:
"El
discernimiento es el proceso mediante el cual descubrimos la voluntad de Dios
para nosotros".
En la Audiencia General del miércoles 28 de septiembre de 2022,
el Papa Francisco dijo lo siguiente:
"El
discernimiento no pretende una certeza absoluta —no es químicamente un método
puro...—, porque se refiere a la vida, y la vida no siempre es lógica, presenta
muchos aspectos que no se dejan encerrar en una sola categoría de pensamiento.
Querríamos saber con precisión qué hay que hacer, pero, incluso cuando sucede,
no siempre actuamos en consecuencia".
Hemos leído que
se trata de un proceso, es decir, una serie de pasos que se dan gradualmente
para descubrir qué quiere Dios y de este modo, podamos tomar una decisión
correcta.
Alejarse de
la superstición
Por tanto, no
se trata de un método mágico, ni tampoco debe tomarse a la ligera, como quien
busca adivinos, brujos o cualquier clase de charlatanería para que le indaguen
el futuro.
Tampoco se
puede dejar al azar, como quien abre la Biblia sin sentido, creyendo ver una
respuesta en donde no la hay, porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, pero
debe leerse con espíritu de humildad y no como una solución instantánea a los
problemas.
Lo qué
debemos hacer
O quizá sí
alcancemos a entender lo que Dios nos dice, pero somos nosotros los que nos
oponemos, como dice el Papa Francisco:
"No somos
solo razón, no somos máquinas, no basta con recibir instrucciones para
cumplirlas: al igual que las ayudas, los obstáculos para decidirse por el Señor
son sobre todo afectivos, del corazón".
Así es que el
Santo Padre nos ayuda a saber cuál es la clave para conocer lo que Jesús quiere
de nosotros:
"Discernir
qué sucede dentro de nosotros no es fácil, porque las apariencias engañan,
pero la familiaridad con Dios puede disolver suavemente dudas y temores...
Esta es la relación que debemos tener en la oración: cercanía, cercanía
afectiva, como hermanos, cercanía con Jesús".
Orar, dejarse
ver por Dios, de manera sencilla, sin palabrerías y de este modo, escucharemos
la voz del Señor.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia