Ruido de fondo
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días
están haciendo obras en la calle. No es que sea la mejor banda sonora para los
Ejercicios Espirituales, pero qué le vamos a hacer…
Cuando llegamos
al rosario, se escucha de fondo el ruido de un motor. No es un ruido
ensordecedor, más bien es un ruido lejano, y lo cierto es que te acabas
acostumbrando.
Bueno, al menos
eso era lo que pensaba yo, pero ayer, allá por el cuarto misterio, apagaron el
motor. ¡¡Menudo alivio sentí al instante!!
Cómo me
impresionó esa sensación de silencio, de paz… principalmente porque no era muy
consciente de ese ruido continuo. Había asumido que estaba y no le daba mayor
importancia, ¡pero cómo agradecí que se callara!
Y algo así
puede suceder en nuestro interior: ¡cuántas veces el ruido de las
preocupaciones nos acompañan como un sonido continuo de fondo! Tal vez no sea
un ruido ensordecedor, y hasta podemos acostumbrarnos, pero el hecho es que no
nos permiten descansar.
Curiosamente,
Jesús nos dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os
aliviaré” (Mt 11, 28).
En efecto, la
única manera de apagar ese motor, ese ruido de fondo de preocupaciones, miedos,
estrés… el único “botón” que puede silenciar todo ese “run-run” de nuestro
corazón es la confianza.
El miedo nace
ante la impotencia, el desamparo. La confianza, por el contrario, nace del
amor, es fruto de la amistad: nada descansa más nuestro corazón que sabernos en
manos de una Persona que nos ama.
Quizá nosotros
no podemos controlarlo todo, pero sabemos que nada escapa a Su plan. Quizás hoy
no entendamos nuestra realidad, pero podemos dejar nuestras preocupaciones en
Sus Manos, sabiendo que Cristo tiene siempre el control, ¡y Él lucha a nuestro
favor!
Sabiéndonos
cuidados y protegidos por el Rey de reyes, las tempestades de nuestro interior
se volverán calma y paz. Podemos descansar, como dice el salmo, “como un niño
en brazos de su madre” (salmo 130).
Hoy el reto del
amor es que descanses del ruido. Siéntate junto al Señor el tiempo que
necesites, ¡deja que Su amor te inunde, que la confianza te llene de paz!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
30 marzo 2025
Fuente: Dominicas de Lerma