HOY, EL RETO DEL AMOR ES ORDENAR EL CORAZÓN

Del caos hizo un universo maravilloso

Dominicas de Lerma

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Tuve unos días de mucho trasiego; no me daba tiempo a recoger la celda. Ya tenía que trasladar cosas de la cama a la mesa para ir a dormir, y luego de la mesa a la cama para sentarme a hacer mi desempeño.

Así que, al fin, me puse a ello. Para ordenar, suelo seguir una metodología. Primero, separo las cosas por temáticas: este montoncito es de la sala de trabajo, este otro son libros a devolver a la biblioteca, aquel otro es la ropa que tengo que organizar… y así por secciones, sin tratar de ordenar cada detalle, sino tan solo separando unas cosas de otras. Una vez concluidos todos los montoncitos, entonces coloco cada cosa en su lugar, para finalmente limpiar y tirar la basura.

En nuestra vida, muchas veces nos sucede lo mismo. De pronto, nos sentimos agobiados. Y, sencillamente, es que lo estamos viendo todo desordenado. Pero para eso está la oración. Ahí, ante Jesús vivo, presente en la Eucaristía, podemos sentarnos y pedirle que vaya ordenando en nuestro corazón todo aquello que traemos hecho un caos ante su presencia.

Y entonces, en ese diálogo, Él comienza a mostrarnos lo que nos pertenece a nosotros, distinguiéndolo de lo que, en cambio, no nos pertenece. Nos regala la capacidad de distinguir lo que es “basura” y es mejor tirar, de lo que verdaderamente es importante para guardar a buen recaudo.

En ese momento, ya podemos entregarle “los montones” para que, así, poco a poco, cada cosa vaya ocupando su lugar adecuado.

El Señor, del primer caos, creó el universo entero para que el ser humano fuera feliz. ¿Qué es para Él este pequeño caos de nuestra vida? Él puede darle forma y, con su Palabra, hará todas las cosas a Su gusto, para que, con Él, podamos decir: “¡Qué bueno es esto!”.

Hoy, el reto del amor es ordenar el corazón. Nosotros solos no podemos hacerlo, pero con Él, por medio de la oración y de las mediaciones que la Iglesia nos regala, sí podemos.

VIVE DE CRISTO

16 marzo 2025

Fuente: Dominicas de Lerma