La alianza
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Llevaba un
tiempo en el que la alianza me quedaba muy justa en el dedo, y una amiga se la
llevó para hacerla más grande. Ahora me la ha traído de vuelta, y mi sorpresa
ha sido verla nueva. En realidad, la han pulido y ha quedado como nueva. Ahora,
cuando la veo en mi mano, está resplandeciente y me llama mucho la atención.
En la oración,
le decía al Señor cómo la alianza sigue siendo la misma, pero al pulirla ha
quedado diferente. Y esto es lo que nos ocurre cuando pasamos un rato con el
Señor, cuando le dejamos entrar en nuestra vida. No destruye nada dentro de
nosotros, sino que construye y lo perfecciona.
Con Jesús, el
anillo siempre sale resplandeciente. Lo vemos con los discípulos. Cuando los
discípulos le preguntan: «Maestro, ¿dónde vives?», Jesús no les contesta, sino
que les hace otra propuesta: «Venid y lo veréis». Vieron y se quedaron con Él.
Jesús siempre da un paso más para hacerte feliz, porque te ama y ha dado su
vida por ti. Le has costado mucho sufrimiento para ahora dejarte a medias.
Jesús nunca deja nada sin acabar, pero necesita que tú quieras.
Cuando nos
creó, no nos preguntó, ni tampoco cuando nos salvó. Lo ha hecho, y ahora te lo
ofrece para que seas feliz. Por lo tanto, nuestra parte es acogerlo. Pero el
amor gratuito nos cuesta entenderlo y acogerlo. Por lo general, preferimos
ganárnoslo o, por lo menos, hacer algo. Pero Jesús te ama gratuitamente. Nos lo
decía el papa Benedicto XVI: «Jesús te lo da todo y no te pide nada».
Hoy, el reto
del amor es hacer un rato de oración y acoger su amor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
02 marzo 2025
Fuente: Dominicas de Lerma