Mariano Fazio analiza en 'Ciudadanía' algunas aportaciones para comprender el lugar del cristiano en el mundo hoy
Mariano Fazio. Foto: Pilar Martín Bravo/Universidad de Navarra. Dominio público |
La primera es la viabilidad de
la propuesta cristiana y, la segunda, la forma eficaz de su lugar en el mundo
vida, por utilizar la terminología de Husserl.
Ocurrió desde el primer momento del cristianismo en la
historia. Muestra de ello es la “Carta a Diogneto”, un texto que, a las claras, representa una
reflexión sobre la ciudadanía cristiana en el contexto de un imperio que había
apretado el acelerador de su decadencia. Anda, que ahora no parecen
determinados personajes con vocación de ser nuevos Constantinos.
Como cada tiempo es un tiempo
nuevo, en el sentido de que está abierto a ese futuro impredecible, un tiempo
que no olvida lo anterior, y dado que la moral no es sin el pasado, conviene
destacar las aportaciones de este libro que nos
ayuden a comprender el lugar del cristiano en el mundo hoy.
De ahí el valor primero de esta propuesta escrita por el que es hoy Vicario Auxiliar de la Prelatura del Opus Dei. Y digo que lo es hoy, porque quién sabe lo que será mañana.
Prioridades y lógicas
Últimamente este autor nos tenía acostumbrados a prolijas
reflexiones de carácter literario y cultural. Ahora pone sobre la mesa un marco
de invitación de y a la presencia cristiana. Es decir, cuál es la posición, que
no la postura, del cristiano en el mundo, lo que lleva implícita una concepción
de lo que es ser cristiano y de lo que es el mundo, como categoría teológica.
Lo interesante de este libro
son las lógicas implícitas, muchas de ellas alimentadas por las fuentes de
referencia, y las prioridades o jerarquizaciones temáticas.
En referencia a esas fuentes de las que bebe el pensamiento de don
Mariano Fazio nos encontramos, de forma primera, con el pensamiento
de san Josemaría Escrivá de Balaguer.
La pregunta que se hace el lector es si el pensamiento de este santo de la Iglesia se está reformulando o se está sólo aplicando al contexto del presente.
Llamada universal a la santidad
Respecto a las lógicas, me referiré a la de la experiencia del
autor. Es decir, la selección y jerarquización temática depende también de las
prioridades que don Mario Fazio ha descubierto dentro de la perspectiva global
que tiene en su puesto romano y de la interpelación que le produce el
pontificado del Papa Francisco. Porque si algo es este pontificado es
profundamente interpelador.
Esto explica que las temáticas principales aquí abordada sean, en
el mosaico que pretende componerse respecto a lo que es y significa el bien
común: la
llamada universal a la santidad, la unidad de vida, la aportación de la
doctrina social de la iglesia, la responsabilidad, el amor a la
libertad, el diálogo como método, el espíritu de servicio, también en el
gobierno, y la compasión, es decir, la mirada comprensiva hacia la
vulnerabilidad.
Dicho lo cual, permítaseme destacar algunas ideas.
Ciudadanía |
La afirmación de que “distinguir las cosas unidas esencialmente a
la fe de las cosas opinables es fundamental para contribuir a la construcción
de una sociedad cada vez más acorde a los planes de Dios. Y para distinguir,
hay que formarse bien”.
También lo referido a dos tendencias contra la libertad de
los cristianos: el clericalismo o catolicismo oficial, el
hecho de que no exista una solución católica oficial para determinados asuntos,
y la tentación a hacer de lo opinable materia de fe.
También da que pensar la cuestión de que junto a la libertad del
cristiano en lo temporal, está la obligación de la formación de la conciencia y del
derecho y deber de la jerarquía de pronunciar juicios
morales sobre las realidades temporales.
Me quedo, para finalizar, con una idea de las últimas líneas de este libro. Lo mejor, dice nuestro autor, todavía no ha llegado. Lo esperamos.
José Francisco Serrano Oceja
Fuente: ReligiónConfidencial