HOY EL RETO DEL AMOR ES DEJARSE MECER POR CRISTO

En llamas

Dominicas de Lerma

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Al cruzar la galería del Noviciado, me llevé un buen susto: ¡¡salía humo de los pinos del jardín!!

No te preocupes: pronto descubrí que no era fuego, ¡sino polen! El viento tan fuerte de estos días mueve las ramas, que sueltan ese polvillo fino, ¡formando una buena “humareda”!

Observándolos me he dado cuenta de que, sin el viento, el árbol no podría esparcir así el polen. Este viento fuerte es una imagen preciosa del amor. El viento hace bailar al árbol, acaricia cada una de sus ramas, se cuela hasta su tronco en un abrazo que le envuelve… ¡y el pino se desborda, estalla en amor y vida!

Exactamente igual nos sucede a cada uno de nosotros. En las ramas de nuestra alma podemos tener mucho polen, mucha semilla capaz de dar vida, pero, para que pueda liberarse, para que podamos “arder”, necesitamos ese soplo del Espíritu, necesitamos que el amor del Resucitado acaricie cada rincón de nuestro corazón.

Y, cuando te sientes amado en tu realidad, en cada una de tus ramas, ¡ardes de felicidad! Entonces ya no se trata de un poco de polen, es una verdadera humareda, que descubren incluso los de fuera.

No pienses que se trata de una utopía, de algo que le sucede solo a algún afortunado o de simples palabras bonitas. Es el deseo del corazón de Cristo: “He venido a prender fuego a la tierra, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!” (Lc 12, 49). ¡Este fuego de amor es lo que Él desea para ti!

Y solo con el impulso de este amor es posible dar vida… dar mucho fruto.

Hoy el reto del amor es dejarse mecer por Cristo, como los árboles se dejan mecer por el viento. ¿Y qué hacen los árboles? ¡Nada, solo están! Así pues, “echa raíces” junto a un Sagrario y pídele experimentar Su Amor. La caricia de este Viento, se desbordará en tu mirada, en tus gestos, en tus palabras… ¡una nube de polen que lleva el amor a los demás!

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!

04 febrero 2025

Fuente: Dominicas de Lerma