Francisco lamenta ante el Tribunal vaticano el desconocimiento que tienen los fieles de su reforma sobre los procesos con las parejas que se separan
Foto referencial. Dominio público |
¿Cuál es la reforma a la que hace referencia el Santo Padre? Mitis Iudex
Dominus Iesus es el Motu Proprio que el Papa escribió en
2015 sobre el proceso canónico para las causas de declaración de nulidad del
matrimonio. Se trata de una reflexión sobre el valor y la inviolabilidad de
este sacramento, en la que se enfatiza que, con el paso de los siglos, la
Iglesia ha trabajado para clarificar y ordenar las causas por las que un
matrimonio puede declararse nulo y, sobre todo, para ajustar el proceso
judicial, de modo que sea coherente con esta verdad de fe.
«La verdad del
vínculo sagrado»
En sus primeros
párrafos, el Santo Padre subraya que hoy en día se necesita un proceso canónico
que no favorezca la nulidad, sino que agilice y simplifique el juicio, evitando
que los fieles queden sumidos en la incertidumbre. Con declaraciones
contundentes, Francisco afirma que «la caridad y la misericordia exigen que la
Iglesia se haga accesible a los hijos que se consideran separados», y explica
que la reforma del proceso se basa en el principio de tratar las causas de
nulidad por vía judicial, no porque lo imponga la naturaleza de la misma, sino
para garantizar «la necesidad de tutelar en el máximo grado la verdad del
vínculo sagrado».
Hace apenas unos días, el Papa Francisco expresó su preocupación por el
desconocimiento de su reforma sobre los procesos de nulidad matrimonial, puesta
en marcha en 2015 con el objetivo de hacerlos «más accesibles y ágiles», además
de garantizar su gratuidad. Fue en una audiencia con el Tribunal de la Rota Romana que el
Pontífice declaró que «es triste saber que los fieles desconocen la existencia
de esta vía».
¿Cuál es la reforma a la que hace referencia el Santo Padre? Mitis Iudex
Dominus Iesus es el Motu Proprio que el Papa escribió en
2015 sobre el proceso canónico para las causas de declaración de nulidad del
matrimonio. Se trata de una reflexión sobre el valor y la inviolabilidad de
este sacramento, en la que se enfatiza que, con el paso de los siglos, la
Iglesia ha trabajado para clarificar y ordenar las causas por las que un
matrimonio puede declararse nulo y, sobre todo, para ajustar el proceso
judicial, de modo que sea coherente con esta verdad de fe.
«La verdad del
vínculo sagrado»
En sus primeros
párrafos, el Santo Padre subraya que hoy en día se necesita un proceso canónico
que no favorezca la nulidad, sino que agilice y simplifique el juicio, evitando
que los fieles queden sumidos en la incertidumbre. Con declaraciones contundentes,
Francisco afirma que «la caridad y la misericordia exigen que la Iglesia se
haga accesible a los hijos que se consideran separados», y explica que la
reforma del proceso se basa en el principio de tratar las causas de nulidad por
vía judicial, no porque lo imponga la naturaleza de la misma, sino para
garantizar «la necesidad de tutelar en el máximo grado la verdad del vínculo
sagrado».
4. Proceso más breve: Además de hacer
más rápido el proceso de nulidad matrimonial en general, se creó un procedimiento
aún más corto para los casos donde la invalidez del matrimonio es muy clara y
fácil de demostrar.
5. Apelación a la Sede Metropolitana: El Papa ha restaurado la posibilidad de apelar a la Sede del
Metropolitano, es decir, al arzobispo que preside la provincia eclesiástica.
Esta medida fortalece la sinodalidad de la Iglesia, mostrando una forma más
comunal de tomar decisiones y reflejando la unidad entre las diferentes
diócesis. De este modo, el Papa quiere garantizar que no solo el obispo, sino también
los líderes eclesiásticos a nivel provincial, tengan una función en la
resolución de las nulidades matrimoniales.
6. Función de las Conferencias
Episcopales: Las Conferencias Episcopales, que agrupan a
los obispos de una región o país, también juegan un papel clave en esta
reforma. Ellas deben asegurar que cada prelado tenga el apoyo necesario para
implementar los cambios en el proceso judicial matrimonial. Además, Francisco
subraya la importancia de que estos procesos sean gratuitos, de manera que la Iglesia
se presente como una «madre generosa», preocupada por el bienestar espiritual
de sus hijos.
7. Apelación a la Sede Apostólica (Rota Romana): Aunque el proceso de nulidad se simplifique, la apelación final
seguirá siendo posible ante la Rota Romana, el tribunal ordinario de la Sede
Apostólica. Esto refuerza el vínculo entre el Papa y las Iglesias locales,
garantizando que la última instancia en estas cuestiones permanezca en la Sede
de Pedro. Sin embargo, el Papa también enfatiza que se debe evitar el uso
indebido de esta apelación, «para evitar cualquier abuso del derecho que pueda
producir algún daño a la salvación de las almas».
8. Disposiciones para las Iglesias
Orientales: Dado que las Iglesias Orientales tienen
una tradición y una disciplina eclesiástica propias, el Pontífice decidió
emitir normas separadas para ellas, adaptadas a su estructura canónica.
María Rabell García. Corresponsal en
Roma y El Vaticano
Fuente: El Debate