En medio del Amazonas, la Virgen del Rocío recibe a niños y niñas rescatados, pues como el padre Doñoro reconoce: "María es una Madre que sale al encuentro de todos, buscando a aquellos que más necesitan consuelo y protección"
![]() |
Courtesy of Padre Ignacio María Doñoro. Hogar Nazaret. Dominio público |
Hogar
Nazaret es una obra de Dios (como
lo señala el Padre Doñoro) que ha rescatado desde hace 14 años niñas, niños y
adolescentes que viven en la más extrema pobreza moral, emocional y material
ubicada en el Perú, en una de las regiones de más difícil acceso de la selva
del Amazonas.
Cuenta
con dos casas hogar: una para niñas y jovencitas, y otra para niños y jóvenes.
También tienen dos colegios y un centro tecnológico agropecuario, vinculado a
la finca agraria y ganadera autosostenible de más de 70 hectáreas que, además
de consolidar la nutrición de los niños del hogar diariamente, asegura su vida
laboral al terminar el bachillerato.
"Es
María la que, en medio de las dificultades y obstáculos, lleva a los niños en
sus brazos y se los presenta a Jesús, enseñándoles que en Él se halla la verdadera
alegría y la fortaleza. La Virgen les consuela, les enjuga las lágrimas y es su
fuerza en la debilidad", comparte el ex Capellán.
Hogar
Nazaret cuenta con diferentes proyectos con los cuales ayuda a cientos de
pequeños e impacta a otros miles. Desde la atención médica para los niños que
llegan en situaciones precarias, hasta proveerles de una adecuada nutrición y
educación.
Pero también se preocupan por
salvaguardar el bienestar de los más vulnerables. A pesar de las grandes
carencias que enfrenta la región, donde ni siquiera se cuenta con carreteras
para transitar, el Padre Ignacio se ha esforzado en que los niños se encuentren
con la belleza de Dios a través de la Virgen y dignificando la casa y
todos los espacios en que habitan.
"A través
de la belleza, Dios les dice a estos pequeños que son únicos, irrepetibles y
necesarios y que esto es lo que su Madre ha soñado para ellos. Jesús dijo: 'Te
doy gracias, Padre, porque has revelado estas cosas a los sencillos, a los
humildes, y se los has escondido a los grandes'. En lo pequeño está el Señor,
que deja su huella de eternidad infinita. Es como si les tomara de la mano y
les dijera: 'Mira, todo esto es para ti. Ahora empieza una nueva historia.
Ahora empieza mi promesa de amor eterno para ti'", comparte.
El padre tiene
clara una cosa: "Todo es poco para ellos, que son los que más han
sufrido". Por ello, todo lo que hace y construye se hace bajo el propósito
de que sea como un puente que los lleve a Dios, que les dice "No tengas
miedo, estoy contigo. Yo te amo, y te amo de una manera eterna".
En la selva del Amazonas, la Virgen
del Rocío es acogida de una manera especial porque, a pesar de sus
circunstancias o costumbres, y a pesar de tanto dolor, en una tierra donde
nunca ha brotado nada, "ese rocío que cae —que también son las lágrimas de
Dios, porque la pasión de Cristo continúa en los crucificados de la tierra—,
produce frutos de flores de amor preciosos, que sanan, perdonan y
liberan".
"Cuando
me preguntan por qué la Virgen del Rocío, cuando hay tantas advocaciones,
respondo que yo siempre he visto en Ella el consuelo de los afligidos. La
Virgen del Rocío es la Madre de los humildes, tiene una característica
esencial: es la luz que ilumina los caminos, especialmente los más oscuros. Por
eso, en este lugar aislado, donde quizás las dificultades son mayores, ella es
la estrella que guía a los niños más pobres hacia la esperanza. La Virgen del
Rocío es susurro de amor, es mirada de Madre".
Y recuerda
contundentemente: "María no es solamente la Madre de un pueblo o de una
nación, sino Madre de toda la humanidad". Por ello, y tomando en cuenta su
labor maternal, María "no discrimina".
"Acoge a
cada uno de sus hijos con una ternura y dedicación únicas. Cada hijo es
especial, independientemente de su origen, de su lengua, de su cultura. Es una
Madre que sale al encuentro de todos, buscando a aquellos que más necesitan
consuelo y protección".
Todos podemos
ser los brazos extendidos de la Virgen en Hogar Nazaret!
Para el padre
Doñoro, lo más hermoso de esta misión es que el Señor, desde un principio, ha
querido que esta obra viva de la absoluta Providencia. "No tenemos ninguna
diócesis, orden religiosa o fundación. Vivimos de la caridad".
Ingrid
Basaldúa Guzmán
Fuente: Aleteia