Estas reflexiones de los santos pueden ayudarte a encontrar luz en medio de toda la tristeza y la pesadumbre que amenazan con dominar tu día
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Esta época del año tiende a ser un poco triste. El brillo de la
Navidad se desvanece, el clima es sombrío y las redes sociales pueden parecer
un flujo constante de malas noticias y preocupaciones. No es de extrañar que muchos
de nosotros sintamos que nos arrastramos hasta el final del invierno. Pero
la alegría es algo más profundo que la felicidad fugaz: es un regalo al que
podemos recurrir, incluso cuando la vida parece abrumadora.
A lo largo de la historia, los santos nos han mostrado cómo
descubrir la alegría en los lugares más inesperados. Enfrentaron dificultades,
pérdidas y desafíos como nosotros, pero su fe, sabiduría y enfoques prácticos
de la vida pueden ofrecernos orientación hoy. A continuación, presentamos algunas
ideas de sus vidas que te ayudarán a encontrar la luz, incluso cuando el mundo
se siente oscuro.
1. SANTA TERESITA DE LISIEUX: ENCUENTRA LA ALEGRÍA EN LAS PEQUEÑAS
COSAS
Conocida como “La Pequeña Flor”, Santa Teresita vivió una vida
breve pero profunda en un monasterio carmelita. Su filosofía, “El Pequeño
Camino”, se centraba en hacer pequeñas cosas con gran amor.
Su consejo: Cuando la vida te abrume, céntrate en los pequeños
momentos alegres. Santa Teresita encontraba la felicidad en actos sencillos,
como sonreírle a alguien, apreciar una flor u ofrecer su trabajo diario como
regalo. Tómate un momento para detenerte y observar la belleza que te rodea: la
calidez de una taza de té, el sonido de una canción favorita o la risa de un
ser querido.
2. SAN FRANCISCO DE ASÍS: ELIGE LA GRATITUD
San Francisco abandonó un estilo de vida acomodado para abrazar la
sencillez y un profundo amor por la creación. A pesar de sus dificultades, era
conocido por su contagiosa alegría y gratitud.
Su consejo: Practica la gratitud para cambiar tu perspectiva.
San Francisco era famoso por alabar a Dios por todo: el sol, la luna, incluso
las dificultades de la vida. Cada noche, escribe tres cosas por las que estás
agradecido, sin importar lo pequeñas que sean. La gratitud tiene una forma de
levantarnos el ánimo y ayudarnos a ver lo bueno, incluso en tiempos difíciles.
3. SANTA TERESA DE ÁVILA: NO TE TOMES DEMASIADO EN SERIO
Reformadora
de la orden carmelita, Santa Teresa enfrentó críticas y reveses, pero
su ingenio y sentido del humor nunca la abandonaron. Ella dijo la famosa frase:
“¡Dios nos libre de los santos sombríos!”.
Su consejo: ¡Ríase un poco! Santa Teresa nos recuerda que no
debemos dejarnos llevar demasiado por nuestra propia seriedad. Vea una película
divertida, llame a un amigo que le haga reír o recuerde que, incluso en medio
de las dificultades, el humor puede aligerar la carga. La alegría crece cuando
dejamos de lado la perfección y abrazamos el lado humano de la vida.
4. SAN JUAN PABLO II: MANTENGAMOS VIVA LA ESPERANZA
Como Papa, San Juan Pablo II inspiró a millones de personas con su
valentía, especialmente en épocas difíciles como la Segunda Guerra Mundial y la
Guerra Fría. Su mensaje perdurable fue el de la esperanza.
Su consejo: La alegría tiene sus raíces en la esperanza.
Incluso cuando las circunstancias parezcan sombrías, recuerda que las cosas
pueden cambiar y que vendrán días mejores. Juan Pablo II instó a los jóvenes,
especialmente, a abrazar la esperanza con estas palabras: “¡No tengan miedo!”.
Repítanse eso cuando la vida se sienta abrumadora: es un recordatorio para
confiar en que no están recorriendo este camino solos.
5. BEATO PIER GIORGIO FRASSATI: ESTAR AL SERVICIO DE LOS DEMÁS
El beato Pier Giorgio, que pronto se convertiría en santo, era un
joven italiano amante del senderismo y la aventura. Pier Giorgio también estaba
profundamente comprometido con ayudar a los pobres y enfermos. A pesar de sus
propias luchas, era conocido por su alegría.
Su consejo: mirar hacia afuera, no hacia adentro. La alegría
suele crecer cuando ayudamos a los demás. Ya sea mediante el voluntariado,
ayudando a un amigo que está pasando por un momento difícil o simplemente
estando presente para alguien que lo necesita, servir a los demás nos recuerda
la alegría de la conexión y la humanidad compartida.
6. SAN FELIPE NERI: ABRAZA LA SENCILLEZ Y LA DIVERSIÓN
Conocido como el “Apóstol de la alegría”, San Felipe Neri era
famoso por su personalidad alegre y su capacidad para hacer reír a los demás,
incluso en momentos serios.
Su consejo: no compliques demasiado las cosas; encuentra
alegría en la diversión y el juego. Prueba algo creativo: hornea galletas,
juega un juego de mesa o baila por la casa. La alegría no tiene por qué ser
algo serio. Puede ser tan simple como redescubrir el sentido de asombro
infantil.
Cerith
Gardiner
Fuente: Aleteia