Sordera estival
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
-Si llamáis a
Jubi y no responde, no os preocupéis -avisé. No se está quedando sorda: ¡lo que
sucede es que hace frío!
He puesto unas
mantas de más en la caseta para que esté calentita. ¡Le encanta! Pero, se
arrebuja tanto entre ellas, ¡que no logra escuchar nada! Si quieres que te
acompañe por el jardín, ¡hay que ir a silbarle a la mismísima puerta!
En invierno
estas capas son necesarias, pero he caído en la cuenta de que, tener muchas
capas, hace que no llegue el amor.
Cristo puede
estar a la puerta de nuestro corazón, silbando, pero nuestras capas, nuestras
máscaras… hacen que no nos llegue el susurro de Su voz.
El amor
verdadero florece en la trasparencia, en ese ambiente en que no hay dobleces,
en que puedes presentarte tal cual eres y saber que eres amado sin
condiciones.
Pero, para
poder quitar las capas, igual que las mantas de Jubi, se necesita un clima
cálido: el que crea la confianza. Y la confianza requiere un camino, ¡la
primavera del corazón no llega de golpe!
El Resucitado
es capaz de esperar, de ir a tu ritmo. Quiere amar cada rinconcito de tu
corazón, pero espera pacientemente a que vayas abriendo tus puertas, retirando
tus capas.
Solo cuando te
sientes amado una y otra vez en los distintos aspectos de tu realidad puedes ir
soltando tus máscaras, se cae el miedo, y, un día, te descubres totalmente
amado, en tu realidad, en tu pobreza. Sin “mantas”, el silbido de Cristo llega
fácil a tus oídos, y es Su amor el que te cubre por completo.
“Pasé otra vez
a tu lado; extendí mi manto sobre ti para cubrir tu desnudez. Con juramento
hice alianza contigo -oráculo del Señor Dios-“ (Ez 16, 8).
Ante tanto
amor, solo se puede responder con amor…
Hoy el reto del
amor es crear un clima cálido. Déjate envolver del amor de Cristo y, de Su
mano, cuida tus palabras hacia los demás. Que nadie tenga que estar “con
mantas” ante ti, ¡sino que se sientan cálidamente acogidos!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
24 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma