Lápiz infinito
Dominicas de Lerma |
Este año, con
el calendario regálanos un bolígrafo, que también es un lápiz. Me explico: en
un extremo es bolígrafo y en el otro extremo es lápiz. Es de color verde, el
color que simboliza la esperanza, para recordarnos que el próximo año es año
jubilar y está enfocado en la esperanza. El bolígrafo tiene grabada la
expresión que tanto nos caracteriza: “Vive de Cristo”. La finalidad es
recordarte durante todo el año que Cristo escribe tu vida y es tu esperanza.
Este lápiz es
especial, es llamado “lápiz infinito”. Se les llama así porque equivalen a 100
lápices, sin necesidad de cambiarle la mina ni sacarle punta. En lugar de ser
de grafito, la mina es de una aleación de metales. Cuando me lo contaron, no
acababa de entenderlo ni de creérmelo. Siempre he pensado que un lápiz se gasta
y se le saca punta. Pero este es distinto, es “infinito”. Después de llevar más
de dos meses usándolo, está como el primer día, dibuja y escribe fenomenal.
En la oración,
le decía al Señor cómo quiero que en mi vida Él sea infinito. Mi cabeza lo sabe
y quiere vivir así, pero yo quiero que también lo sepa mi corazón y que toda mi
vida se configure con Su eternidad. Porque el amor de Cristo es infinito: cuanto
más lo conoces, más quieres conocerlo y más quieres vivir de Él. El Señor nunca
se agota, cada mañana es nueva. Entonces, ¿por qué a veces hablamos de rutina?
En un cristiano
esa palabra no debería existir, porque la creatividad del Señor es infinita.
Viviendo en el mismo lugar, en el mismo trabajo, con las mismas personas… si
dejas entrar en tu vida al Señor, hará que cada día sea distinto. Porque Él
está vivo y es eterno. En Él encontrarás cada día lo que necesitas para ser
feliz. Jesús nos dice que a cada día le basta su propio afán.
Hoy el reto del
amor es, durante un paseo, mirar al cielo y meditar en tu Dios infinito.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
09 noviembre
2024
Fuente:
Dominicas de Lerma