HOY, EL RETO DEL AMOR ES, AHUYENTAR DE NOSOTROS LAS INTEMPERANCIAS

“Que la paz de Cristo actúe entre vosotros”

Dominicas de Lerma

Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.

Muchas veces durante el día, tomamos conciencia de que nuestro espíritu camina suavemente, en la presencia de Dios. No es con una presencia actual sino habitual que percibimos por un estado permanente de paz y sosiego interiores. Y esto, en medio de las tareas y trabajos diarios. Esta toma de conciencia, es un gran don de Dios que nos hace suplicar al Señor este estado tan bueno.

Y, cuando uno piensa con el salmista: “Yo pensaba muy seguro: no vacilare jamás. Tu bondad, Señor, me aseguraba el honor y la fuerza, pero escondiste tu rostro y, quedé desconcertada”, sin aviso, de repente, aparece en la vida real una dificultad.

Por ejemplo, una hermana que me quita una cosa de mi uso. Y entonces, todo cambia en mi estado de ánimo. Comienzo a inquietarme internamente y empiezo a darme razones para reclamarle lo que me tomó sin permiso. ¡Y, llego hasta el final haciéndole ver lo feo de su acción y cómo ha de devolverme lo que no es suyo!... En fin, que “me pesco” en actitudes que no son el Evangelio de Jesús. Él, nos pide que, “al que tome lo tuyo, no se lo reclames”...

Y, a este propósito, me ayuda mucho una anécdota que me sucedió hace tiempo: fui a confesarme de algo parecido a lo que os comparto y, lo hice con un sacerdote, siervo de Dios que, me iluminó mucho internamente y, aún hoy, lo recuerdo como una advertencia muy ungida por el Espíritu Santo. Por esto, me hace bien siempre que me la aplico.
Me dijo: “Matilde, Jesús, duerme en la barca. Qué no le despierten bruscamente tus intemperancias. ¡Él, desea dormir sosegado y con paz en el fondo de tu alma, no le entristezcas!”.

Estas palabras suyas, me llegaron muy dentro y lo sé porque provocaron en mí un arrepentimiento y un deseo grande de vivir en un estado de serenidad y paz donde Él pueda hacer en mí su obra de amor.

El Reino de Dios es paz y armonía, silencio habitado por ÉI, pues ¿qué otra cosa es la santidad en el Espíritu?

Hoy, el Reto del amor es, ahuyentar de nosotros las intemperancias en el vivir diario y entregarnos a Dios con un espíritu pacificado. ¡Él lo hará!.

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!

16 noviembre 2024

Fuente: Dominicas de Lerma