Entrevista con ReligionenLibertad: políticos, acción social, matrimonio, natalidad y Sagrado Corazón
ReligiónenLibertad |
Hablamos
con Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la
Conferencia Episcopal, en la sede de los obispos españoles en la calle Añastro
de Madrid, rodeados de retratos de obispos mártires. Queremos hablar, sobre
todo, de la acción de los católicos en la vida pública y la
participación de los laicos. "Hace falta asociarse, no basta la buena
voluntad", nos dice.
- Hace casi
dos años, los obispos lanzaron El Dios fiel mantiene su alianza, casi 100 páginas
para animar a los católicos a la acción en la vida pública. Pero ese texto no
usa la palabra woke o cultura de la cancelación...
- No pretende
ser un texto exhaustivo...
- ¡Pero son
cien páginas!
- Relaciona el
anuncio del Evangelio, la moral social y familiar, algunas cuestiones políticas
y algunas legislaciones que están en el telar.
- Tampoco
mencionaba a los partidos políticos.
- Nos
dirigíamos más a la sociedad y a la Iglesia, invitando a la caridad social y
política.
-
Precisamente, estos días se celebra el Congreso Católicos y Vida Pública en Madrid. Otros
años hablan políticos allí, pero este año no.
- En
realidad, la acción social y la política no es cosa solo de los
políticos y sus instituciones. Ha de crecer la conciencia de los
ciudadanos. Mejorará la acción de los políticos cuando vean una
sociedad movilizada.
» En el
Congreso Católicos y Vida Pública es interesante que hagan ese llamamiento
a que no seamos meros espectadores ante la acción política. También el
documento final del Sínodo [de la Sinodalidad] dice que lo característico de
los laicos es su presencia en el mundo iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia.
- "Es
imprescindible la presencia en la vida pública, personal o asociadamente",
leemos en El Dios fiel. Valladolid tiene medio millón de
habitantes: ¿que asociaciones de católicos para la vida pública tiene su
diócesis?
- Hay un grupo
de la ACdP, la asociación que impulsa el Congreso. Tenemos carismáticos, de
Comunion y Liberacion, neocatecumenales... Pero es verdad que las realidades
eclesiales deberían descubrir el desafío de la vida pública.
- ¿Por qué
cuesta tanto el asociacionismo católico hacia lo político?
- En España
creo que nos cuesta mucho porque en la Iglesia hay mala prensa hacia lo
político, no de ahora, sino por una tradición de 70 años o más. Hubo
una época, en los años 50 y primeros 60, en que Acción Católica estaba muy
fuerte.
» Luego
llegó una gran crisis, que era a la vez intraeclesial y
social, mundial. Muchos que estaban en estos temas perdieron allí su
identidad cristiana y desde entonces nos ha quedado una memoria de que
el compromiso político entre católicos genera problemas a la vida
eclesial. Esa idea hay que cambiarla, pero cuesta, y debemos
insistir.
- Hoy muchas
diócesis ya tienen un vicario de evangelización o primer anuncio, pero ¿cuántas
tienen un vicario para la vida pública y política?
- Bueno, en
realidad todas las diócesis tienen alguna delegación, o algo similar,
sobre Apostolado Seglar o Vocación Laical. En Conferencia Episcopal hace 4
años hicimos el congreso Pueblo de Dios en Salida y una de sus cuatro conclusiones finales era pedir impulsar
esta presencia en la Vida Pública. En Conferencia Episcopal hemos puesto el acento
en este tema en encuentros de apostolados laicos.
»El congreso
sobre vocaciones que preparamos para febrero también habla de la vocación
laical. Si nos fijamos, el camino sinodal, cuando habla de los laicos,
quizá pone más acento en el aspecto intraeclesial, hablando de ministerios,
consejos pastorales, comunión, en vez de la participación hacia afuera, hacia
la misión. El Papa Francisco, en Evangelii Gaudium, capítulo 4, decía que el
kerigma, el primer anuncio, también tiene una dimensión social y
comunitaria. Quizá nos falta mostrarlo con realidades comunitarias.
- Se acerca
el congreso federal del PSOE. Un grupo católico, Corriente Social Cristiana,
dirige una carta a los socialistas que se consideran cristianos,
hablándoles del aborto o el matrimonio gay que ese partido quiere blindar en la
Constitución. ¿Pueden los obispos dirigirse también a los socialistas
cristianos?
- Los obispos
se dirigen a todos los cristianos, no decimos "este mensaje va para estos,
y no para estos otros".
- ¿No sería
bueno que hicieran esos mensajes específicos a distintos grupos?
- Creo que no.
El ministerio pastoral es una iluminación de la vida, que anima a cada uno a
concretar su compromiso.
- ¿Los
laicos tienen una libertad distinta para abordar estos asuntos?
- Sí, claro.
Documentos como Los cristianos laicos. Iglesia en el mundo [de
2019] ya distinguían entre la presencia pública de los católicos y a la de la
Iglesia oficial, digamos, con sus pastores.
» Los pastores
pueden entrar en temas muy claros, como la defensa de la vida o del
matrimonio y la familia. En otros temas, de acento económico o político,
todo es más discutible. La iluminación que dan los pastores se centra más en la
dignidad de la persona, el bien común, en pedir el protagonismo de la sociedad y
pedir que el Estado ayude.
» Por ejemplo,
en el tema de la inmigración, la Iglesia pide analizar las causas y
defiende la dignidad de cada persona. Pero reconoce el deber del Estado de
discernir las políticas concretas que aplicará. Y no todo es Estado o mercado:
también existe el don, la generosidad. En Valencia [con los voluntarios tras
las riadas] hemos visto una irrupción de una sociedad que se entrega en
pequeños gestos. La Iglesia quiere impulsar esa sociedad del don.
En la vida cotidiana, muchos católicos ya lo viven, con sus vecinos, en su día
a día...
- El Papa
pidió a la Iglesia española, usted lo dijo en otras ocasiones, promover la
"vocación al matrimonio". ¿Cómo puede hacer eso la Iglesia española?
¿Bastará un congreso de vocaciones de tres días?
- Es evidente
que un congreso es sólo un evento que dura unos días, pero también tiene su
preparación y su deseo de continuidad. Ese congreso quiere proclamar que
"somos vocación". Eso incluye el matrimonio. Está en el designio del Creador el mandato de
ser fecundos y llenar la tierra. Y hacemos más cosas en esa línea. Por ejemplo,
desde hace tres años, al acercarse San Valentín impulsamos desde Conferencia
Episcopal la Semana del Matrimonio. Pero es un tema de onda larga.
»Y la vocación
al matrimonio se siembra sobre todo en la propia familia. Muchos jóvenes han
tenido una experiencia familia mala y te dicen: "ustedes proponen
algo que en mi familia no fue bien". Y tenemos también el reto de
la formación afectivo-sexual. La invasión de la pornografía hoy causa alarma social. Ahora
todos piden educación sexual, y en la Iglesia tenemos una propuesta.
- Antes sólo
se quejaba de la pornografía la gente devota, y ahora hasta los gobiernos de
izquierdas hacen campañas contra ella...
- Sí,
pero algunas propuestas de educación sexual que hacen algunos echan mas
leña al fuego que quieren combatir. Eso es otro ejemplo para actuar en
la vida pública desde la sociedad: ahí pueden participar asociaciones de
padres, de colegios, etc...
- Hablábamos
de cómo la Iglesia apoya el matrimonio...
- Otra
petición del Papa a la Iglesia española era fomentar la natalidad. Esta semana
salió el Informe RedMadre 2023: España dedica 12 veces más a pagar
abortos que a ayudas a embarazadas. Castilla y León, con regiones
envejecidísimas, casi no da ayudas a la maternidad. La diputación de
Valladolid, ni un euro. De las capitales castellanas, sólo Burgos y Salamanca:
Valladolid nada. ¿Va a hablar usted de esto con los políticos de su ciudad y
región? ¿Es algo que los obispos deben tratar con los políticos?
- Sí, lo
tenemos que hacer todos. RedMadre ha elaborado ese estudio: que lo haga
circular. Y sí, el obispo también puede tratarlo al intervenir en
foros. Por ejemplo, en las fiestas patronales, en la misa con las
autoridades, un obispo puede decir algunas cosas. En despachos, otras.
» De todas
formas, sin negar la importancia de las ayudas a la maternidad, se necesita un
cambio de mentalidad. En nuestra cultura hoy tener hijos no se considera una
buena noticia para organizarse la vida. Hay problemas de vivienda y salarios,
sí, pero no basta para explicar el bajón de la natalidad en los países más ricos del mundo.
- Llevamos
más de dos años con eutanasia legal en España. ¿No debería la Iglesia
española haber hecho algo más? Ni siquiera existe una asociación de médicos
católicos o de enfermeras católicas en España...
- Sí, forma
parte de esa conciencia de los laicos, especialmente de los que están en el
mundo sanitario. Hace falta asociarse, no basta la buena voluntad.
Pero ¿los obispos deberían convocar a ese asociacionismo? Los obispos en sus
diócesis convocan a diversas jornadas sobre sanidad o enseñanza. Allí se
encuentran personas que se conocían de su trabajo pero no sabían que el otro
era católico. Pero nos cuesta pasar de esa relación a una asociación.
Hay en España una inercia a vivir un catolicismo muy en privado.
- Usted
estuvo este año en el Observatorio de lo Invisible, con artistas cristianos. Conferencia Episcopal al menos
organiza encuentros de músicos cada año, con Raúl Tinajero y
Pastoral Juvenil. Pero ¿y las otras artes?
- También está
la Semana de Cine. Los obispos y Conferencia Episcopal no lo tienen que hacer
todo, pero sí favorecer encuentros y ayudar.
- ¿Pero el
arte es sólo 'un extra'?
- ¿Qué
aporta Valladolid a estos temas del Sagrado Corazón?
- Allí tenemos
el Santuario
de la Gran Promesa. Tras las apariciones de Paray-le-Monial, los
jesuitas franceses difundieron esta mirada nueva, y un joven jesuita de
Valladolid, Bernardo de Hoyos, tuvo una revelación de Cristo. El
corazón de Jesús le mostró "el tesoro escondido de amor" y le hizo
una promesa: 'Reinaré en España'. Era el siglo XVII: España era
entonces el mundo hispánico, también América. El beato Bernardo lo vio como
una llamada a expandir esa devoción, que efectivamente se divulgó por todo el
mundo hispano. Fue un altavoz.
- ¿Hay algún
libro espiritual o autor espiritual que recomiende a sus sacerdotes?
- Que lean la
Escritura, claro; y el Magisterio. Los últimos papas han elaborado encíclicas y
exhortaciones muy valiosas que a veces se quedan en las estanterías. Son
nucleares para la vida de un pastor porque tenemos que construir unidad
y comunión en la Iglesia. También recomiendo mucho los místicos
castellanos, Santa Teresa de Jesús, San Juan de Ávila con su Audi Filia o
la Propuesta de Vida Devota de San Francisco de Sales. También hay autores contemporáneos,
pero ya son para sensibilidades concretas.
-¿Algún
ensayo de análisis social que recomiende?
- Ayer mismo
recomendaba uno de Julián Carrón, No hemos visto nada igual, que presenta la BAC. Y
comentaba también Los
Nuevos Leviatanes, de John Gray. Ningún libro tendrá un análisis
que lo agote todo, pero todos dan pistas y sugerencias.
Pablo
J. Ginés
Fuente:
ReligiónenLibertad