El Papa Francisco ensalzó la artesanía, así como la creatividad y los trabajos que embellecen el mundo gracias a los dones y talentos que Dios concede a las personas.
Imagen de la audiencia del Papa Francisco con artesanos este 15 de noviembre | Crédito: Vatican News. Dominio público |
Desde la sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre
manifestó su cariño a la artesanía debido a que expresa “claramente el valor
del trabajo humano” y es un “elogio a la creatividad”.
Resaltó que el hacer es siempre fruto “de un pensamiento y de un
movimiento hacia los demás” y que los artesanos son “colaboradores de la obra
creadora de Dios”. Por ello, añadió, “necesitamos de su talento para devolver
sentido a la actividad humana y para ponerla al servicio de proyectos que
promuevan el bien común”.
Haciendo alusión a la parábola de los talentos, el Papa
Francisco aseguró que “no importa la cantidad, sino el esfuerzo por hacer
rendir los dones recibidos” de Dios.
Para el Pontífice, esta parábola es una invitación “a una sana y
positiva ‘complicidad’ con Dios, quien nos hace partícipes de sus bienes y
cuenta con nosotros, con nuestra responsabilidad”.
“Si queremos crecer en la vida, es necesario abandonar el miedo
y tener confianza. A veces, especialmente cuando las dificultades aumentan,
estamos tentados a pensar que el Señor es más un árbitro o un supervisor
implacable que aquel que nos anima a tomar las riendas de nuestra vida”, señaló
a continuación.
Sin embargo, recordó que el Evangelio “siempre nos llama a mirar
con fe; a no pensar que lo que logramos es solo fruto de nuestras capacidades o
méritos. Es también resultado de nuestra historia personal y de tantas personas
que nos enseñaron a avanzar en la vida, comenzando por los padres”.
Por lo tanto, precisó que el trabajo realizado es “fruto de una
historia que nos hizo capaces” de hacerlo. “También ustedes, si se apasionan
por su trabajo –y si a veces, con razón, se quejan porque no es suficientemente
valorado–, es porque son conscientes del valor de lo que Dios ha puesto en sus
manos, no solo para ustedes, sino para todos”.
En esta línea, remarcó que “todos necesitamos dejar de lado el
miedo que paraliza y destruye la creatividad”.
Esto, aseguró, se puede alcanzar con el trabajo diario,
“sintiéndonos partícipes de un gran proyecto de Dios, capaz de sorprendernos
con sus dones. Detrás de nuestras riquezas no hay solo habilidad, sino también
una Providencia que nos toma de la mano y nos guía”.
“El trabajo artesanal puede expresar todo esto, si está
acompañado día tras día por la conciencia de que Dios nunca nos abandona, de
que somos obras maestras de sus manos, y por ello somos capaces de realizar
obras originales”, expresó el Pontífice.
El Santo Padre elogió así el trabajo artesanal porque “embellece
el mundo”, algo necesario en un tiempo marcado por las guerras y la violencia.
“Embellecer el mundo es construir la paz”, afirmó.
A modo de conclusión, recordó que Dios “distribuye generosamente
sus talentos, para que se pongan al servicio de la vida y no se entierren en la
esterilidad de la muerte y la destrucción, como ocurre con las guerras
fomentadas por el enemigo de Dios”.
Por último, pidió que “San José artesano” inspire siempre a los
artesanos a vivir su labor “con creatividad y pasión”.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI