Santa María Soledad Torres Acosta y San Pedro Poveda llega a los padres de 650 chicos de catequesis y a los empleados de grandes empresas cercanas
Sta. Mª. Soledad Torres Acosta y S. Pedro Poveda |
En la madrileña parroquia de Santa María Soledad Torres Acosta y San Pedro
Poveda, los auténticos protagonistas son los niños. En un barrio
relativamente nuevo como lo es el de Las Tablas, que lleva años experimentando
una notable explosión demográfica, hay en la actualidad apuntados a las
catequesis de iniciación cristiana, con vistas a recibir la Primera Comunión,
más de 650 niños. Ha habido años en los que esta cifra ha rondado el
millar.
¿Puede ser la parroquia con más niños y jóvenes de Madrid?
«Sí», responde el párroco, Roberto Rey, sin dudar. Apostilla que «posiblemente»
sea la mayor de España en este sentido. «Hay que tener en cuenta que este es un
barrio con gente muy joven, por ser de muy reciente formación, lo que hace que
vengan por la parroquia muchas familias y muchos niños», explica el
párroco.
Y, como el proceso catequético continúa, el grupo de
poscomunión lo conforman más de 100 niños, mientras que el de adolescentes
supera los 140. A todos ellos se suman los jóvenes universitarios, también 140,
que se reúnen todos los jueves en unos locales parroquiales que rara vez
durante la semana se quedan desocupados. «Tenemos cinco salas de catequesis y
de lunes a viernes se llenan dos turnos en cada una de ellas», relata el
párroco; un trasiego continuo de niños. Los atienden 106 catequistas y es «toda
una aventura anual a la hora de buscar voluntarios y de implementar los nuevos
materiales de la diócesis». La oferta parroquial la completan los retiros de
Effetá, a los que siguen reuniones semanales que dan continuidad a la
experiencia. Muchos de ellos asisten después, cada verano, a alguno de los tres
campamentos que ofrece la parroquia a niños, adolescentes y jóvenes, separados
por edades.
Grupos de adultos
Hoy, el barrio de Las Tablas, con sus 40.000 habitantes, se
ha convertido también en un imán para grandes empresas como Telefónica, FCC,
Dragados o BBVA, que han levantado en él sus sedes centrales. A sus miles de
empleados también da servicio la parroquia y «no es raro que vengan a la
primera Misa de la mañana, antes de entrar a trabajar, o ya a la de la tarde,
antes de irse a casa», afirma el párroco. Incluso algunos de ellos están
apuntados al grupo de adultos para crecer en la fe o para recibir el sacramento
de la Confirmación.
Todo este trabajo con niños y familias, al que dan forma el
párroco y sus dos vicarios, no eclipsa sin embargo la atención a los más
desfavorecidos. Así, como en el barrio no hay en estos momentos muchas familias
que se encuentren en situación de extrema pobreza, «extendemos nuestra ayuda y
nuestro acompañamiento a las parroquias de barrios vecinos, donde hay mayor
necesidad», concluye Rey.
Juan
Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fuente: Alfa y Omega