En Misa, sabemos que antes de la lectura del Evangelio hay que signarnos, tal como lo hace el sacerdote, pero ¿cuántas cruces tenemos que hacernos?
Philippe Lissac/ GODONG |
La cruz es el
símbolo del cristiano, el distintivo que indica que fuimos salvados por el
sacrificio de Cristo. Es muy importante que está presente en todos los
sacramentos; y es con la señal de la cruz que iniciamos todas nuestras
celebraciones, en especial la santa Misa.
Signarse con
la cruz
El Catecismo de
la Iglesia católica enseña que "La Cruz es el único sacrificio de Cristo
"único mediador entre Dios y los hombres" (1 Tm 2,
5)" (CEC 618) .
Por eso la
veneramos, porque es causa de salvación eterna (CEC 617).
Es, además, la
recepción que se hace desde el Bautismo, cuando el sacerdote hace la cruz en la
frente del niño o adulto diciendo:
La Iglesia te
recibe con gran alegría. Yo, en su nombre, te signo con la señal de Cristo
Salvador (Ritual del Bautismo)
Después, pide a
los padres y padrinos que hagan lo mismo. Signar a quien será recibido en la
familia de Dios es la bienvenida para el nuevo cristiano.
Santiguarse,
signarse y persignarse
Ahora bien, de
pequeños aprendemos a encomendarnos a la Santísima Trinidad haciendo una cruz
grande desde la frente hasta el pecho y después del hombro izquierdo al hombro
derecho, mientras decimos "en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo". A esto le llamamos "santiguarse".
En cambio,
cuando nos signamos, hacemos tres cruces: una en la frente, otra en los labios
y una más en el pecho, mientras decimos: "+ Por la señal de la santa cruz,
+ de nuestros enemigos, + líbranos Señor, Dios nuestro".
Y nos
persignamos cuando combinamos ambas: nos signamos y luego nos santiguamos.
¿Qué se hace
en el Evangelio durante la Misa?
La instrucción
General del Misal Romano menciona lo siguiente:
"Ya en el
ambón, el sacerdote abre el libro y, con las manos juntas, dice: 'El Señor
esté con ustedes'; y el pueblo responde: 'Y con tu espíritu'; y en
seguida: 'Lectura del Santo Evangelio', signando con el pulgar el libro y
a sí mismo en la frente, en la boca y en el pecho, lo cual hacen también todos
los demás".
(n. 134)
Así es que, la
próxima vez que vayas a Misa, recuerda hacerte solo tres cruces antes de que el
sacerdote o el diácono proclamen en Evangelio.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia