Durante una audiencia en el Vaticano con los miembros del Dicasterio para la Comunicación, el Papa Francisco dio a los periodistas católicos las claves para cumplir con la “grande y apasionante” vocación de “dar a conocer al mundo el Corazón de Jesús”.
Fotografía de la audiencia en el Vaticano. Crédito: Vatican Media. Dominio público |
El identikit es un término
utilizado en algunos países como Uruguay, Argentina o Ecuador que hace
referencia a la reconstrucción de una persona a partir de los rasgos físicos
definidos por otra.
La “grande y apasionante” tarea del periodista católico
Resaltó a continuación el valor del periodismo católico, una
vocación y al mismo tiempo una misión: “Con vuestro trabajo y vuestra
creatividad, con el uso inteligente de los medios que la tecnología pone a
vuestra disposición, pero sobre todo con vuestro corazón, estáis llamados a una
tarea grande y apasionante”.
El Pontífice remarcó que esta tarea se fundamenta en “tender
puentes, cuando tantos levantan muros; favorecer la comunión, cuando tantos
fomentan la división; dejaros implicar en los dramas de nuestro tiempo, cuando
tantos prefieren la indiferencia”.
En
esta línea, subrayó que en cada expresión de nuestra vida comunitaria, “estamos
llamados a reverberar ese amor divino que en Cristo nos atrajo y nos
atrae”.
“Y
esto es lo que caracteriza la pertenencia eclesial: si razonáramos y actuáramos
según categorías políticas, o corporativistas, no seríamos Iglesia. Si
aplicáramos criterios mundanos o redujéramos nuestras estructuras a la
burocracia, no seríamos Iglesia”.
Ser
Iglesia, explicó el Papa Francisco, “significa vivir conscientes de que
el Señor nos ama primero, nos llama primero, nos perdona primero. Y nosotros
somos testigos de esta misericordia infinita, que se ha derramado gratuitamente
sobre nosotros, cambiando nuestras vidas”.
“Ahora se preguntarán: ¿pero qué tiene que ver esto con nuestro trabajo
como comunicadores, como periodistas? Tiene que ver, ¡y mucho! Precisamente
como comunicadores, de hecho, estáis llamados a tejer la comunión eclesial con
la verdad alrededor de las caderas, la justicia como armadura, los pies
calzados y listos para propagar el Evangelio de la paz”, señaló.
El
Papa Francisco reveló a continuación el tipo de comunicación con la que sueña:
“Una comunicación capaz de conectar personas y culturas. Sueño con una
comunicación capaz de contar y valorizar historias y testimonios que suceden en
todos los rincones del mundo, ponerlos en circulación y ofrecerlos a
todos”.
“Sueño
con una comunicación de corazón a corazón, dejándonos tocar por lo humano,
dejándonos herir por los dramas que viven tantos hermanos nuestros. Por eso os
invito a salir más, a atreveros más, a arriesgar más, no para difundir vuestras
ideas, sino para contar la realidad con honestidad y pasión”.
Sueño
con una comunicación, prosiguió el Pontífice, “que sepa ir más allá de los
eslóganes y mantener el foco en los pobres, los últimos, los
emigrantes, las víctimas de la guerra. Una comunicación que promueva la
inclusión, el diálogo, la búsqueda de la paz. ¡Qué urgente es dar espacio a los
artífices de la paz! No nos cansemos de contar sus testimonios, en todas las partes
del mundo”.
“Sueño
con una comunicación que eduque a renunciar un poco a sí misma para dejar sitio
al otro; una comunicación apasionada, curiosa y competente, que sepa sumergirse
en la realidad para poder contarla. Nos hace bien escuchar historias con sabor
evangélico, que hoy como hace dos mil años nos hablan de Dios tal como Jesús,
su Hijo, lo reveló al mundo”, indicó.
“No tengáis miedo”
Exhortó también a los comunicadores a no tener miedo de
implicarse, “de cambiar, de aprender nuevos lenguajes, de recorrer nuevos
caminos, de habitar el entorno digital”, aunque sin sustituir “las relaciones
humanas reales, concretas, de persona a persona” con el encuentro online.
En este sentido, remarcó que “el Evangelio es una historia de
encuentros, de gestos, de miradas, de diálogos en la calle y en la mesa. Sueño
con una comunicación que sepa testimoniar hoy la belleza de los encuentros con
la samaritana, con Nicodemo, con la adúltera, con el ciego Bartimeo…”, añadió.
“Dar a conocer al mundo el Corazón de Jesús”
“Ayúdame,
por favor, a dar a conocer al mundo el Corazón de Jesús, a través de la
compasión por esta tierra herida. Ayúdame, a través de la comunicación, a que
el mundo, que sobrevive entre guerras, desequilibrios socioeconómicos,
consumismo y el uso antihumano de la tecnología, recupere lo más importante y
necesario: el corazón (Dilexit nos, 31). Ayúdame a que la comunicación
sea un instrumento de comunión”, añadió.
A
pesar de que el mundo está sacudido por una violencia “terrible”, los
cristianos, según precisó el Santo Padre, “sabemos mirar las muchas llamas de
esperanza, las muchas pequeñas y grandes historias de bien”.
“Estamos
seguros de que el mal no vencerá, porque es Dios quien guía la historia y salva
nuestras vidas. El Jubileo, que comenzaremos dentro de unas semanas, es una
gran oportunidad para testimoniar al mundo nuestra fe y nuestra esperanza”,
expresó.
Asimismo,
el Papa Francisco informó a los miembros del dicasterio vaticano que de ahora
en adelante tendrán que ser “un poco más disciplinados con el dinero”, debido
que “la Santa Sede no puede seguir ayudándoos como ahora”. “Sé que es una mala
noticia, pero también es una buena noticia porque mueve la creatividad de todos
vosotros”, concluyó.
Por Almudena
Martínez-Bordiú
Fuente: ACI