La orden de Jesús de "haced esto en memoria mía" no pretendía evocar una simple recreación de la Última Cena, sino una celebración litúrgica: la Misa
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Renata Sedmakova | Shutterstock |
"Haced esto en memoria mía"
El
Catecismo de la Iglesia Católica es claro al afirmar que la Misa no es simplemente un recuerdo de
acontecimientos pasados:
"El
mandato de Jesús de repetir sus acciones y palabras 'hasta que venga' no solo
nos pide que recordemos a Jesús y lo que hizo. Se dirige a la celebración
litúrgica, por los apóstoles y sus sucesores, del memorial de Cristo, de su
vida, de su muerte, de su resurrección y de su intercesión en la presencia del
Padre". CEC 1341
El
Catecismo explica, además, cómo celebraban la Eucaristía los primeros
cristianos:
"Desde
el principio, la Iglesia ha sido fiel al mandato del Señor. De la Iglesia de
Jerusalén está escrito: Se dedicaban a la enseñanza de los apóstoles y a la
comunión, a la fracción del pan y a las oraciones... Día tras día, asistiendo
juntos al templo y partiendo el pan en sus casas, compartían la comida con
corazones alegres y generosos". CEC
1342
Re-presentación
En lugar de
ser una representación, la Iglesia describe la Misa como una
"re-presentación" del mismo sacrificio de Jesús en la cruz:
"La
Eucaristía es, pues, un sacrificio porque re-presenta (hace presente) el
sacrificio de la cruz, porque es su memorial y porque aplica su fruto:
[Cristo], nuestro Señor y Dios, debía ofrecerse una vez para siempre a Dios
Padre mediante su muerte en el altar de la cruz, para realizar allí una
redención eterna. Pero como su sacerdocio no debía terminar con su muerte, en
la Última Cena, 'la noche en que fue entregado', [quiso] dejar a su amada
esposa la Iglesia un sacrificio visible (como exige la naturaleza del hombre)
por el que el sacrificio cruento que debía realizar de una vez para siempre en
la cruz se volviera a presentar, su recuerdo se perpetuara hasta el fin del
mundo y su fuerza saludable se aplicara al perdón de los pecados que
diariamente cometemos". CEC
1366
Uno de los mayores misterios de la Eucaristía es cómo cada Misa
re-presenta el sacrificio de Jesús y cómo somos transportados espiritualmente
al pie de la cruz.
La Iglesia
ha enseñado esta verdad única desde el principio, y es la razón por la que la
Misa es una celebración litúrgica y no una obra de teatro que ocurre en un
escenario.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia