Bill Lauto es un científico ambientalista y consultor de sostenibilidad y energía quien, desde que tenía 14 años, se ha dedicado a estudiar la Sábana Santa de Turín, que, según la tradición, es el manto que envolvió el cuerpo del Señor Jesús.
Una copia de la Sábana Santa de Turín y Bill Lauto Crédito de la foto de la izquierda: Shutterstock. Crédito de la foto derecha: Claudette Jerez |
Hoy
en día, con una Licenciatura en Ciencias Ambientales por la Universidad de St.
John de Nueva York (Estados Unidos) y una Maestría en estudios sobre la Sábana
Santa, Bill es uno de los miembros expertos de la Exposición de la Sábana Santa
de Turín en el 10º Congreso Nacional Eucarístico, que se celebra en estos días
en Indianápolis, en Estados Unidos.
Junto
a una réplica idéntica de la Sábana en exhibición, él está “hablando y educando
a la gente sobre todos los hechos y más de 100 años de estudio científico que
se han realizado sobre la Sábana Santa”.
Añadió
que “la propia imagen aún no puede explicarse cómo se formó y todos los que la
miran se ven afectados de una u otra manera”.
Bill
creció en Brooklyn, Nueva York, asistiendo a una escuela católica, hasta que su
familia se mudó a Long Island y asistió a una escuela pública, donde comenzó a
cuestionar su fe.
“Así
que era un joven de 14 años entrando en el campo de la ciencia y cuestionando
la posibilidad de que no existiera un Dios. Busqué a Jesucristo en la
Enciclopedia Británica, vi esa fotografía, y desde ahí, todo comenzó para mí”,
relató.
Asegura
que estudiar la Sábana le dio una fe como nunca antes, ya que también se basa
en la razón. “Ahora, cuando la gente se me acerca y me dice ‘Bill, eres
científico, no crees en todas esas cosas de Dios...’ Yo digo, ‘Tienes razón, no
creo, yo sé’”, sostuvo.
“Luego
saco la foto de mi billetera, que muestra los datos tridimensionales de Jesús
de la Sábana Santa de Turín, y se la muestro, y mientras sus bocas se abren de
asombro, digo, ‘Si pudieras explicar esta imagen, entonces tal vez te hablaría
sobre la posibilidad de que no exista tal cosa como Dios’”, relata.
Finalmente,
Bill afirmó: “Pero todos los estudios científicos durante más de 100 años
muestran que la Sábana tiene 2.000 años de antigüedad y la información sobre
ella es abrumadora. La evidencia es abrumadora y llegas a la conclusión de que
sí, este era y es el sudario de entierro de Jesucristo, el Hijo de Dios”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ChurchPop.
Por Victoria Arruda
Fuente: ACI