La esperanza constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años", dice Francisco
Foto: Vatican Media. Dominio público |
Bula Spes non confundit
Este
nuevo Jubileo se ha convocado ayer con la Bula de Convocación Spes non confundit (la
esperanza no defrauda) presentada durante las segundas Vísperas de la
solemnidad de la Ascensión.
"«Spes non confundit», «la esperanza no defrauda» (Rm 5,5). Bajo el signo de la esperanza el
apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el
mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa
convoca cada veinticinco años. Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo y en
cuantos, no pudiendo venir a la ciudad de los apóstoles Pedro y Pablo, lo
celebrarán en las Iglesias particulares. Que pueda ser para todos un momento de
encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la
misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1)".
Así comienza la Bula de Francisco que alerta de encontrar
"con frecuencia personas desanimadas, que miran el
futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad".
Por eso, anima a que el Jubileo sea para todos ocasión de reavivar la
esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones".
Principales fechas del Jubileo
En
la Bula, el Santo Padre también ha anunciado las principales fechas del Jubileo
Ordinario 2025:
- 24 de
diciembre de 2024: apertura de la Puerta Santa de la basílica de San
Pedro.
- 29
de diciembre de 2024: Francisco abrirá la Puerta Santa de San Juan de
Letrán, que el 9 de noviembre de este año celebrará los 1.700 años de su
dedicación. Se cerrará el 28 de diciembre de 2025.
- 29
de diciembre de 2024: los obispos diocesanos celebrarán la
Eucaristía como apertura solemne del año jubilar.
- 1
de enero de 2025, apertura de la Puerta Santa de la basílica de Santa
María la Mayor. Se cerrará el 28 de diciembre de 2025.
- 5
de enero de 2025: apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pablo
extramuros. Se cerrará el 28 de diciembre de 2025.
- 6
de enero de 2026: clausura.
Es
la esperanza lo que el Papa invoca como don en el Jubileo 2025 para un mundo
marcado por el choque de las armas, la muerte, la destrucción, el
odio al prójimo, el hambre, la "deuda ecológica" y la baja natalidad.
La
esperanza es el bálsamo que Francisco quiere extender sobre las heridas de una
humanidad que, "ajena a los dramas del pasado", se ve sometida a
"una prueba nueva y difícil" que ve a "tantas poblaciones
oprimidas por la brutalidad de la violencia" o atenazadas por un
crecimiento exponencial de la pobreza, a pesar de que los recursos no faltan y
se destinan sobre todo a gastos militares, subraya Vatican News.
La
Bula contiene súplicas, propuestas (como la dirigida a los gobiernos
para que amnistíen o indulten las penas de los presos o la de un Fondo Mundial
para eliminar el hambre con el dinero de las armas), luego
llamamientos en favor de los presos, los enfermos, los ancianos, los pobres,
los jóvenes.
En el punto 6 de la Bula, Francisco dice: "El Año Santo 2025 está en continuidad con los acontecimientos de gracia precedentes. En el último Jubileo ordinario se cruzó el umbral de los dos mil años del nacimiento de Jesucristo. Luego, el 13 de marzo de 2015, convoqué un Jubileo extraordinario con la finalidad de manifestar y facilitar el encuentro con el “Rostro de la misericordia” de Dios, anuncio central del Evangelio para todas las personas de todos los tiempos.
Ahora ha
llegado el momento de un nuevo Jubileo, para abrir de par en par la Puerta
Santa una vez más y ofrecer la experiencia viva del amor de Dios, que suscita
en el corazón la esperanza cierta de la salvación en Cristo. Al mismo tiempo,
este Año
Santo orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los
cristianos: en el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada
por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús. Nos encontramos
así frente a un itinerario marcado por grandes etapas, en las que la gracia de
Dios precede y acompaña al pueblo que camina entusiasta en la fe, diligente en
la caridad y perseverante en la esperanza (cf. 1
Ts 1,3)".
Urgencia: apoyo a la natalidad
Con
igual vigor, el Papa Francisco llama a recuperar el entusiasmo por la vida, ya que
"se asiste en varios países a una preocupante disminución de la
natalidad" por diversos motivos: "los ritmos
frenéticos de la vida", "los temores ante el futuro", "la
falta de garantías laborales y tutelas sociales adecuadas", "los
modelos sociales cuya agenda está dictada por la búsqueda de beneficios más que
por el cuidado de las relaciones". "Por el contrario, en otros
contextos, 'culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y
selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas'".
Para
el Papa, es "urgente" que, además del compromiso legislativo de los
Estados, haya un "apoyo convencido" de los creyentes y de la sociedad
civil al "deseo" de los jóvenes de engendrar nuevos hijos. "La
comunidad cristiana, por tanto, no se puede quedar atrás en su apoyo a la
necesidad de una alianza social para la esperanza, que sea
inclusiva y no ideológica, y que trabaje por un porvenir
que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán a llenar
las tantas cunas vacías que ya hay en numerosas partes del mundo".
Fuente:
ReligiónConfidencial