En su carta pastoral, el arzobispo de Valladolid hace alusión a una "operación rescate" sobre el verdadero sentido de la Primera Comunión
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Dominio público |
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha
mostrado su preocupación por la pérdida de valor de lo que implica hacer la Primera Comunión por parte de los niños y
niñas que este mes recibirán por primera vez la Eucaristía: “Tienen la
expectativa del día de la Primera Comunión como
el de una fiesta en la que van a recibir muchos regalos, hasta
el punto de que los mismos tapan el gran regalo que es Jesús o le sitúan en un
puesto secundario”, ha alertado en su carta pastoral.
De
ahí que Argüello hable de una
“operación rescate” de la Primera Comunión donde
se ponga en el centro la invitación de la comunidad parroquial a los niños para
participar en la Eucaristía y no quede “extraordinariamente diluida” por la
presencia masiva de invitados, familiares y amigos a la parroquia.
Asimismo,
el también presidente de la Conferencia Episcopal Española pone en
cuestión que las familias celebren la fiesta de la Primera Comunión como si se
tratase de “una mini boda” que, para muchos, “supone un
esfuerzo económico extraordinario, con lo cual hablar de la
caridad como solidaridad con los más pobres parece algo desmedido o exagerado”,
ha asegurado.
Argüello pide una celebración festiva en el seno
de la comunidad cristiana
De esta
manera, Argüello
pide no realizar una “fiesta exagerada que desvirtúe y devalúe el significado
que la comunidad cristiana da al domingo y a la celebración de la Primera
Comunión. Así tendremos la oportunidad de que los niños sean también invitados
a vivir la caridad con las personas que tienen cerca, pero también con tantos
niños y niñas que lejos de nosotros carecen de lo imprescindible para vivir”,
ha señalado.
Así las cosas,
el arzobispo aboga por una celebración festiva “en el seno de la comunidad
cristiana, con la sencillez propia de una fiesta que no pone tanto
el acento en las cosas externas, en el dinero que gastamos en ella, sino en la
alegría de sabernos hermanos convocados por Jesús a la Eucaristía, congregados
por Él entorno a la mesa y enviados para anunciar la buena noticia: Jesucristo
resucitado está con nosotros, podemos vivir una relación tan íntima con Él que
le comulgamos y nos invita, desde dentro de nosotros, a vivir el amor fraterno
y la caridad con los más pobres”, ha recalcado.
“La Primera Comunión es una iniciación al
conocimiento de Jesús”
Frente a las
expectativas de los niños, el titular de la archidiócesis de Valladolid
recuerda que la Primera Comunión implica “vivir el amor fraterno en la Iglesia
y a ofrecerlo a los demás”. En su carta, Luis Argüello hace hincapié en que la
Primera Comunión “es
una iniciación al conocimiento de Jesús y a saber que Él está presente pues,
resucitado, hace suyo algo tan sencillo como un pan sin fermentar. Los
niños aprenden que podemos vivir una singularísima comunión con Él, podemos
comulgarlo. Los niños y niñas han estado preparándose a lo largo de dos o tres
años para avivar y acrecentar su fe en la presencia real de Jesucristo a quien
comulgan y adoran”, ha apostillado.
El presidente
del episcopado argumenta a su vez que la celebración de la Primera Comunión es
también “iniciación a la Eucaristía del domingo, donde el pueblo de Dios se
congrega habitualmente”, donde comulgan el Cuerpo de Cristo y “caen en la
cuenta de que por el bautismo son Cuerpo de Cristo, forman parte de ese cuerpo
que es la Iglesia como pueblo entre los pueblos y templo del Espíritu Santo”.
Por ello,
Argüello pide a los niños que harán este mes la Primera Comunión y a sus
familias que este día “sea
verdaderamente un momento singular de encuentro de los niños con Jesús sin que
otras cosas los despisten o inviten a poner la mirada en otro tesoro, en otro
lugar que no sea el Tesoro escondido del amor de Dios que se ofrece en el
Cuerpo entregado en Jesucristo vivo”.
Fuente:
Ecclesia