Este año, la Iglesia Católica celebra la Solemnidad del Corpus Christi el jueves 30 de mayo, pero en muchos lugares la celebración se traslada al domingo 2 de junio. En esta festividad se rinde un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor a la Eucaristía, presencia viva de Cristo.
Dominio público |
Con el objetivo de celebrar
la Solemnidad del Corpus Christi, te compartimos 10
cosas que debes saber sobre este gran milagro del amor de Dios.
Jesús, reunido
con sus Apóstoles en la Última Cena, instituyó el Sacramento de la Eucaristía:
“Tomen y coman; esto es mi cuerpo…” (Mt 26,26-28). De esta manera,
hizo partícipes de su sacerdocio a los Apóstoles y les mandó que hicieran
lo mismo en memoria suya.
Con el objetivo de celebrar
la Solemnidad del Corpus Christi, te compartimos 10
cosas que debes saber sobre este gran milagro del amor de Dios.
Jesús, reunido
con sus Apóstoles en la Última Cena, instituyó el Sacramento de la Eucaristía:
“Tomen y coman; esto es mi cuerpo…” (Mt 26,26-28). De esta manera,
hizo partícipes de su sacerdocio a los Apóstoles y les mandó que hicieran
lo mismo en memoria suya.
La palabra
Eucaristía, derivada del griego εὐχαριστία (eucharistía),
significa "acción de gracias" y se aplica a este sacramento
porque nuestro Señor dio gracias a su Padre cuando la instituyó. Además, porque
el Santo Sacrificio de la Misa es el mejor medio de dar gracias a
Dios por sus beneficios.
El Concilio
de Trento (siglo XVI) define claramente: "En el Santísimo Sacramento
de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y
Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad. En
realidad Cristo íntegramente".
En la Santa Misa,
los obispos y sacerdotes convierten realmente el pan y el vino en el
Cuerpo y la Sangre de Cristo durante la consagración, en proceso llamado
transubstanciación. La Solemnidad del Corpus Christi es una de las
cinco ocasiones en el año en que un obispo no puede estar fuera de su diócesis,
salvo por una urgente y grave razón.
La
Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía. La Iglesia
Católica manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia, y
recomienda la Comunión frecuente. Es muy importante recibir la Primera Comunión
cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.
El ayuno
eucarístico consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida,
al menos desde una hora antes de la Comunión, a excepción del agua y medicinas.
Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la
hora inmediatamente anterior.
El
que comulga en pecado mortal comete un pecado grave llamado sacrilegio. El que
desea comulgar y está en pecado mortal no puede recibir la Comunión sin
haber acudido antes al Sacramento de la Penitencia, pues no basta el acto de
contrición.
Frecuentar
la Santa Misa es un acto de amor a Dios que debe brotar naturalmente de
cada cristiano. Es también obligatorio asistir los domingos y feriados
religiosos de precepto, a menos que se esté impedido por una causa grave.
La
Eucaristía en el sagrario es un signo por el cual Nuestro Señor está
constantemente presente en medio de su pueblo y es alimento espiritual para
enfermos y moribundos. Se le debe agradecimiento, adoración y devoción a la
real presencia de Cristo reservado en el Santísimo Sacramento.
La celebración
del Corpus
Christi comenzó en 1246 con la decisión del entonces Obispo
de Lieja (Bélgica), Mons. Roberto de Thorete, y a sugerencia de Santa
Juliana de Mont Cornillon. Después del milagro eucarístico de Bolsena, a
mediados del siglo XIII, el Papa Urbano IV expandió esta celebración a toda la
Iglesia Universal en 1264, con la bula “Transiturus”, fijándola para el
jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad.
El
Pontífice encomendó a Santo Tomás de Aquino que compusiera un oficio litúrgico
propio e himnos que se entonan hasta nuestros días.
En el Vaticano,
el Corpus
Christi se celebra el jueves después de la Solemnidad de
la Santísima Trinidad. Mientras que en varias diócesis se traslada al
domingo posterior por una cuestión pastoral. El Papa San Juan Pablo II fue
quien llevó la procesión anual del Corpus Christi de la Plaza
de San Pedro a las calles de Roma.
Por Cynthia Pérez
Fuente; ACI