Las religiosas calatravas de Burgos han dejado su casa del barrio de San Cristóbal a una comunidad monástica y contemplativa recién llegada a España, la Fraternidad Verbum Spei
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Las religiosas calatravas de Burgos han dejado su casa del barrio
de San Cristóbal a una comunidad monástica y contemplativa recién llegada a
España, la Fraternidad Verbum Spei.
Allí se han instalado 8 religiosos: tres sacerdotes, tres hermanos
en profesión temporal y dos novicios. Su superior en Burgos será el padre Joachim, de origen francés. Él
explica el carisma de su comunidad y sus planes a la web
del arzobispado.
La Fraternidad Verbum Spei nació en 2012 en Saltillo, México, y hoy tiene
comunidades también en Bloise (EEUU), en Belvaux (Luxemburgo), en Cuba, en
Honduras y ahora, por primera vez, en España.
Es una comunidad
contemplativa, monástica, de espiritualidad dominica (su fundador, el
obispo mexicano Raúl Vera López es dominico) y mariana.
Dos santos españoles les
inspiran
En Burgos se
sienten cerca del fundador de los dominicos, Santo Domingo de Guzmán. Usan
su frase "contemplata aliis tradere" para expresar lo que pretenden:
contemplar a Dios, y transmitir lo que contemplan. Practican dos horas diarias de adoración en comunidad e
insisten en la oración silenciosa.
Su vida comunitaria fraterna, con pobreza, castidad y obediencia,
implica también la acogida de personas que acudan a ellos y participar en
apostolados que les encargue la Iglesia. En algunos países sus novicios y
sacerdotes participan en la pastoral juvenil o universitaria.
Siguiendo a Santo Domingo quieren vivir "una vida muy pobre para hablar de Dios".
Otro santo que inspira a los religiosos de Verbum Spei es San Rafael Arnaiz, nacido en Burgos y fallecido
como monje trapense con 27 años en San Isidro de Dueñas, Palencia, en
1938. "Nos inspiran mucho sus escritos,
es un santo que habla mucho a los jóvenes, al mundo de hoy, a los que están en
conventos y a los que están en el mundo", afirma el padre Joachim. Le dedicaron una novena de oración
para discernir si debían venir a España, a su ciudad de Burgos.
Crear un oasis y fomentar la
Palabra de Dios
Su deseo es que
su monasterio "sea un pequeño oasis, un lugar donde te puedes encontrar
con Dios, donde adorar, donde orar, donde uno puede descansar con el Señor
en paz, donde se puede encontrar con Dios en la oración".
También quieren fomentar
la Palabra de Dios, "con los que vienen, poder leer la Palabra de Dios
juntos, poder meditar el Evangelio del día en común o también
escucharlo en silencio y después estamos abiertos a lo que lo que quiera hacer
el Espíritu Santo".
Y quizá hagan cosas por Internet, porque "muchos somos
jóvenes, entonces también nos gusta ser parte del reto de la Iglesia de hoy, de transmitir la fe a los jóvenes, a
nuestras nuevas generaciones con todo este mundo virtual".
Estar en Burgos, al
lado de la Facultad de Teología, les permitirá formar bien para el sacerdocio a
sus religiosos y novicios. "Hay mucha riqueza de vida religiosa
en esta archidiócesis, mucha tradición. Como somos muy jóvenes, podemos aprender de los
mayores de la vida religiosa, que llevan desde siglos en la
Iglesia", afirma el P. Joachim.
Se sienten muy bien
acogidos por el arzobispo Iceta y las religiosas calatravas. "Ellas
nos han dicho: 'nosotras construimos este monasterio para que sea un lugar de
oración, un lugar de adoración para Dios, para la gente de este barrio de San
Cristóbal, en Gamonal. Preferimos que siga otra comunidad que mantenga eso
vivo. Hubiéramos podido ganar dinero, hacer más cosas con este lugar, pero queremos que se mantenga
como lugar de oración'. Y a nosotros nos impacta mucho el corazón
recibir esta orden de misión también, es una herencia que nos transmiten".
Fuente: Religión en Libertad