En lo sencillo
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Durante estos días del año, cada mañana, el
Señor me hace un regalo muy bonito: cuando me levanto, abro la ventana de mi
celda y puedo contemplar los primeros reflejos de luz del amanecer.
A lo lejos se percibe el horizonte del que
brota un nuevo día. Los árboles marcan su silueta, dejando traspasar la luz que
comienza a amanecer detrás de ellos.
Esta mañana, cuando contemplaba a través de mi
ventana las maravillas de Dios, me daba cuenta de que la mayor parte de los
regalos del Señor son tan sencillos que necesitamos estar así, “sencillos”,
para poder descubrirlos y disfrutarlos.
Nuestro corazón, que está hecho para la
eternidad, anda siempre buscando algo grande con lo que llenarse. Y sin
embargo, el Señor, en toda Su inmensidad, ha decidido regalarse en pequeños
detalles.
Cuando el Señor Jesús vivió los días de su vida
mortal, solo algunos supieron reconocerle. Porque en apariencia era uno más
como nosotros. Sin embargo, en Jesús no sólo había un hombre, sino el mismo
Dios. Detrás de Sus Palabras estaba el Padre; en Su mirada, era Dios mismo
quien miraba; en Sus gestos, estaba el mismo Dios salvando.
Jesús nos revela que el rostro invisible de
Dios se hace visible en cada pequeño detalle.
Y Él mismo ha dejado en nosotros Su Espíritu
Santo, para que llevemos a cabo la obra que Él mismo ha soñado para nosotros.
Y así podemos descubrirle en tantas pequeñas
cosas: al detenernos a mirar las estrellas, o contemplando un amanecer, pero
también al ver a una persona admirable porque solo vive entregándose por los
demás, o asombrándonos ante una vida dedicada a su familia, o ante el cariño
con el que una persona trata al enfermo…
Hoy el reto del amor es ser ese pequeño regalo
de Dios para los demás. Hoy disfruta de esos sencillos detalles que Él te
regala y deja que Él actúe por medio de ti para que también otros puedan
conocer el poder de todo un Dios que actúa de forma tan sencilla.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
15 abril 2024
Fuente: Dominicas de Lerma