No hay noche
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
El otro día, al levantarme, bajé, como siempre,
a las duchas del primer piso. De pronto me llamó la atención que en el claustro
había un resplandor muy extraño, ¡sobre todo porque aún no había amanecido!
¿Qué podría ser?
Me asomé por uno de los arcos y, abajo, entre
las columnas, descubrí, apoyada en una silla… ¡¡¡una farola!!!
Resulta que, en la huerta, tenemos varios focos
de luz solar. Con el viento de estos días, uno de ellos se ha desprendido de la
tapia, así que una hermana lo había recogido y metido en el claustro. Y ahí
estaba, ¡¡brillando con todas sus ganas en la más completa oscuridad!!
Al instante caí en la cuenta de que nuestro
corazón es exactamente igual que ese foco de luz solar. Él solo no puede hacer
nada, pero, si pasa un tiempo al sol, su batería se carga, ¡¡y puede iluminar
durante horas, sin importar la oscuridad que le rodee!!
Cristo es el Sol que alumbra nuestros
corazones. Por eso es tan importante dedicar un rato cada día a “cargar nuestra
batería”. No es necesario hacer mucho, ¡solo estar con Él, en su presencia!
Cada minuto compartido con el Resucitado se transforma en un haz de luz capaz
de iluminar cualquier claustro.
“Vosotros sois hijos de la luz…” (1 Tes 5, 5).
No importa lo cerrada que sea la noche, la oscuridad que te rodee. No somos
nosotros, querido foco: es el Sol que se refleja en nosotros, ¡que llena
nuestra batería con Su amor para que iluminemos! Cuanto mayor es la oscuridad,
¡más se ven los focos y más necesaria es su presencia!
Hoy el reto del amor es llenar de luz tu
ambiente. No, no es cuestión de encender todos los interruptores posibles… En
realidad, la clave está en que dejes que Cristo cargue la batería de tu corazón
con Su amor. Dedica unos minutos a estar con Él, y deja que brille en tu
sonrisa, en tu escucha, en tus palabras, ¡inunda de luz la noche!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
14 abril 2024
Fuente: Dominicas
de Lerma