Para el sacerdote, la misión del movimiento es ir «a las personas que se han alejado de Dios»
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El día de Reyes, Hakuna congregó a cerca de 17.000 almas orantes en un abarrotado WiZink Center de Madrid. Dominio público |
Los
conciertos de Hakuna destacan por un público entregado, al igual que los jóvenes que
frecuentan sus eventos más cotidianos de oración y formación, como los Soul
week, revolcaderos o los God
stops, en su jerga. Un movimiento que arrastra a miles y que se
encuentra al alza en un momento en que la influencia de la Iglesia se muestra
en retroceso. Al menos, según las cifras. ¿Cuál es su secreto? Para
el sacerdote y fundador de Hakuna, José Pedro Manglano, el secreto no está en Hakuna, sino en un "Dios vivo".
Tal
y cómo expresó días antes del histórico concierto a Ecclesia, también "en el primer mundo
hay mucho sufrimiento".
"Dramas,
tragedias, problemas, heridas afectivas, la despersonalización que nos
convierte en piezas de una maquinaria…", enumera. En un mundo así,
explica, "el olfato por la
vida se agudiza. Y cuando vez vida, no sabes explicar qué pasa, pero sabes
que ahí hay vida y que estás bien, que eres querido, libre. Los jóvenes huelen
la vida y de donde hay vida no se quieren ir. Es lo único que ocurre aquí, que hay contagio y lo que se contagia
es vida", explica.
"Cristo está vivo": vidas
cambiadas en Hakuna
Para
Manglano, buena parte de lo que sucede en Hakuna "no tiene explicación humana": reside en las Horas
Santas. La única explicación, subraya, "es que ahí hay un poder, que Cristo está vivo. En ese clima de
silencio, de oscuridad, acompañado por el Evangelio, de alguna canción, es muy
fácil que el hombre habrá una fisura. Y por esa fisura Cristo entra y
arrasa".
El
sacerdote dispone de decenas de ejemplos que ilustran su "misión" de ir "a las personas que se han
alejado de Dios y de la Iglesia", y su "ilusión" de
que los "rebotados con Dios o que no lo conocen, lo conozcan".
Es
el caso del primer sacerdote de Hakuna, Carlos, que al llegar a Hakuna "no sabía ni el avemaría, había
entrado en el budismo y de la Iglesia católica no sabía nada".
También
"es frecuente que a Hakuna vayan ateos", sin fe, y salgan transformados. Y lo que van
buscando, explica Manlano, "es su momento de paz de la
semana".
Menciona
el caso de una mujer que
llegó de Tailandia, sin ser católica y apenas sin saber si quiera
quiénes eran los cristianos de no ser por estar casada con un protestante.
"Como
no tenían nada que hacer, durante su estancia, fueron con un compañero a
una Hora Santa. Era la
primera vez que entraba en una Iglesia y se llenó de paz. La semana
siguiente volvió", comenta.
Desde
Hakuna le ofrecieron alguna explicación de lo que podía estar sintiendo, pero
ella renunció hasta que terminase "el proceso". Dos meses después, se
bautizó e hizo la comunión y su marido, pastor protestante, volvió a la Iglesia y ahora están
casados.
También
recuerda una excursión con varios jóvenes antes de verano. Manglano relata su
asombro al escuchar hablar a dos jóvenes del "acostumbramiento de
Pentecostés".
"Era
una chica que, hace dos
años, no creía, su familia no es en absoluto practicante, ella se convirtió
en una Soul Week, en un retiro de fin de semana. Y ahora es alumna en el Soul
College", afirma en referencia a los cursos de formación
intensivos con "carisma universitario".
"¿Qué
explicación tiene eso? Una persona de buena voluntad se pone delante de Dios y
Dios la invade. Había hecho retiros budistas, había hecho de todo, pero decía
que nunca había sentido la trascendencia que la abraza, que la sana, que le da
paz y que la ama. Como ese
caso hay mil", agrega en referencia a los conversos.
"El secreto y protagonista
oculto"
La
oración y una cuidada producción de sus composiciones musicales son otro de los
elementos clave en el vigor de Hakuna.
En
referencia a las canciones, Manglano explica que "como nacen en la oración,
son un vehículo para que el Espíritu, que habitó al principio en esa letra,
actúe. Si todo el proceso es verdadero, el Espíritu viaja con la canción hasta
el interior de otra persona. No digo que sea Palabra de Dios, pero sí que es palabra revelada por Dios a una
persona que la vehiculiza con arte y que el mismo Espíritu es capaz de
transformar a cada persona a la que le llega".
Como
canciones, aparte de ser "muy especiales", también cree que son
"muy normales y muy comerciales". Su diferencial es que tienen
"mucha verdad y mucha vida. Y la interpretación se cuida mucho. En
Vistalegre me pedían llevar el
Santísimo, que está todo el día de ensayo. Tienen la conciencia de que les
acompaña, les entona, piden que sea el protagonista oculto, el secreto".
Qué hacer con el sentimentalismo
Manglano
también salió al paso de una de las principales críticas a Hakuna, consistente
en un quizá excesivo sentimentalismo.
En
su opinión, si bien el sentimiento "es fundamental en la vida del
hombre" y puede ser "el punto de partida para una conversión
íntima", considera que si
la "alegría de subidón no es acompañada" existen ciertos riesgos.
Es
muy importante aprovechar los momentos en los que sentimentalmente nos abrimos
para introducir no solo afectivamente a Dios poniéndole en el centro, sino para
aprender a amar y para habitar el interior con muchas claves reveladas. De la
misma manera que una persona con poca lectura recurre mucho a palabras comodín,
cuando uno se forma, empieza a introducir misterios distintos El espíritu que sentimentalmente
se vacía, enseguida hay que acompañarlo para llenarlo de la centralidad de
Cristo.
Muestra
de ello son los propios responsables espirituales de Hakuna, el mismo Manglano
u otros sacerdotes y religiosos. Hasta no hace mucho, él era el único sacerdote
al frente y admite que él solo para tantas personas no podría "mantener nada" de no ser por "una
acción del Espíritu Santo".
"Lo
que hay es vida, pero como hay vida, es también sentimental. No es un ejército,
es como un matrimonio o una familia, si hay vida se nota, se contagia, hay un
deseo de todos. Ahí hay vida, hay permanencia en el tiempo, hay compromiso.
Gracias a Dios, hay 20 o 30 seminaristas. Por puro sentimiento, nadie entrega la vida ni vence
los procesos lógicos, sanos y buenos por los que tienen que pasar los
seminaristas", argumenta.
Conquistar la vida pública como los
primeros cristianos
Durante
la entrevista, el sacerdote también hizo referencia a "un desinterés,
cansancio y un no sentirse involucrado en lo público" que afecta
especialmente a la juventud y que Hakuna pretende abordar para dar respuesta a
una pregunta: cuál es el papel de un pringado -un miembro formal de Hakuna- en
el mundo de hoy.
El
sacerdote afirma tener en mente la ilusión de desarrollar a lo largo de este
año cursos de concienciación sobre la vida pública y revertir la "gran
apatía por todo" que se muestra en una "sociedad cansada" y
especialmente "en los jóvenes".
El
papel del pringado, dice, es "el
mismo que en los inicios del cristianismo".
"La
sociedad cambió de abajo a arriba, es decir, que los cristianos fueron
cambiando las instituciones con su vida. En el momento en el que nosotros
vayamos contagiando a las
personas que tenemos al lado, iremos purificando las instituciones",
comenta.
Fuente: ReL