El Papa Francisco recordó a los participantes del “Foro Económico Mundial” en Davos (Suiza), su responsabilidad moral en un mundo globalizado para luchar contra la pobreza y lograr el fin de los conflictos en el mundo
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| Imagen referencial del Papa Francisco | Crédito: Vatican Media |
Al inicio de su mensaje, dirigido al presidente ejecutivo del Foro
Económico Mundial, Klaus Schwab, el Santo Padre puntualizó que esta reunión se
desarrolla “en un clima muy preocupante de inestabilidad internacional”.
Para el Pontífice, la conferencia en Davos es “una importante
oportunidad” para que “se comprometan a explorar vías innovadoras y eficaces
para construir un mundo mejor”.
Por ello, invitó a los participantes a tener en cuenta en sus
debates “la urgente necesidad de avanzar en la cohesión social, la fraternidad
y la reconciliación entre grupos, comunidades y Estados, con el fin de abordar
los retos que tenemos ante nosotros”.
El Papa Francisco lamentó que actualmente “parece que ya no se
respeta la distinción entre objetivos militares y civiles” ya que no hay
conflicto “que no acabe de alguna manera golpeando indiscriminadamente a la
población civil”.
Además, afirmó que para lograr la paz no basta con deponer las
armas, sino “afrontar las injusticias que son la raíz de los conflictos”.
Destacó asimismo la urgencia de acabar con el hambre, “que sigue
asolando regiones enteras del mundo, mientras otras se caracterizan por un
excesivo despilfarro de alimentos”.
Recordó también a los “hombres, mujeres y niños obligados a
trabajar por salarios bajos y privados de perspectivas reales de desarrollo
personal y profesional”.
“¿Cómo es posible que en el mundo actual la gente siga muriendo de
hambre, sea explotada, condenada al analfabetismo, carezca de atención médica
básica y se quede sin techo?”, preguntó el Santo Padre.
A continuación, apeló a la responsabilidad moral de los que forman
parte de este foro donde se pretende “configurar el futuro de la comunidad internacional”.
En esta línea, instó a las empresas a no buscar solamente un
beneficio justo, sino también “elevadas normas éticas, especialmente en
relación con los países menos desarrollados, que no deben estar a merced de
sistemas financieros abusivos o usureros”.
Remarcó que “un enfoque previsor de estas cuestiones resultará
decisivo para alcanzar el objetivo de un desarrollo integral y solidario de la
humanidad”.
“El auténtico desarrollo — continuó el Pontífice — debe ser global, compartido por todas las naciones y en todas las partes del mundo, o retrocederá incluso en áreas marcadas hasta ahora por un progreso constante”.
Más tarde, el Santo Padre posó su mirada sobre los objetivos de
paz mundial y resaltó la importancia de que “las estructuras
intergubernamentales puedan ejercer eficazmente sus funciones de control y
orientación en el sector económico ya que la consecución del bien común es un
objetivo fuera del alcance de los Estados individuales, incluso de los
dominantes en términos de poder, riqueza y fuerza política”.
“Las organizaciones internacionales también tienen el reto de
garantizar la consecución de esa igualdad que es la base del derecho de todos a
participar en el proceso de pleno desarrollo, con el debido respeto a las
diferencias legítimas”, señaló.
Por último, instó de nuevo a los participantes del foro a que sean
conscientes de su responsabilidad moral “en la lucha contra la pobreza, la
consecución de un desarrollo integral para todos nuestros hermanos y la
búsqueda de una convivencia pacífica entre los pueblos”.
El Foro de Davos
El Foro Económico Mundial o Foro de Davos fue fundado en 1971 por
Klaus Schwab, empresario alemán y principal defensor de la necesidad de
establecer un “nuevo orden mundial”.
Políticos, empresarios y líderes de todo el mundo participan
en este encuentro anual para “estimular el diálogo entre líderes de
opinión sobre cuestiones que van desde las estructuras políticas actuales y las
preocupaciones geopolíticas hasta los problemas medioambientales, los retos del
liderazgo y el papel de las artes en la sociedad”.
El tema del Foro Económico Mundial de este año 2024, que se
celebra del 15 al 19 de enero, es “Del laboratorio a la vida: La ciencia en
acción”.
Este foro también impulsa el llamado “big reset o great reset”,
una propuesta que
apunta a, en base a la pandemia de COVID-19, replantear “el estado futuro de
las relaciones globales, la dirección de las economías nacionales, las
prioridades de las sociedades, la naturaleza de los modelos de negocios y la
gestión de un bien común global”.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa
