Los obispos de todo un continente dicen que no van a aplicar una norma vaticana, y el Papa y Doctrina de la Fe lo aceptan y preparan una nota conjunta para avisarlo al mundo.
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Dominio público |
Pero
es lo que ha sucedido con Fiducia Supplicans y el cardenal de Kinshasa, Fridolin
Ambongo, que fue a Roma a presentar este movimiento continental, ha contado
sus entresijos con detalle en francés, en un testimonio que divulga grabado
en audio el portal católico francés Le Salon Beige.
Ambongo
explica que cuando se difundió Fiducia Supplicans, autoridades
de otras iglesias
cristianas resistentes a las ideologías LGTB contactaban con los
obispos católicos africanos y les decían "contábamos con la Iglesia católica para oponerse a
esta ideología y ahora ustedes son los primeros en autorizar la
bendición de parejas homosexuales".
Ambongo,
presidente del SECAM (que reúne a las conferencias episcopales de África) pidió
reacciones a cada una, y las reunió en un documento titulado «Síntesis de las reacciones de las
conferencias episcopales de África».
Ambongo, como miembro del C9 de
cardenales
Luego
escribió una carta de 7 páginas al Papa, "no solo como presidente de la
SECAM sino como consejero, miembro
del consejo de los nueve cardenales que acompañan al Papa".
El
Papa recibió y leyó enseguida la carta de Ambongo "y en menos de dos horas me señaló
que me recibiría a las 18:30 de ese mismo día", añade. Esa carta
personal no se va a publicar, pero "la síntesis de las reacciones de los
obispos africanos era un documento destinado a hacerse público. Y el Papa estaba muy apenado.
Debo decir que fue el primero en sufrir todas las reacciones que venían de
todas partes del mundo. Él sufre por eso porque es un ser humano. No es que esto le haga feliz".
Algo que tranquilice a los fieles
"Le
dije que la solución a
este problema ya no es enviarnos documentos con definiciones
teológicas y filosóficas de bendiciones. A la gente no le interesa eso. Lo que
interesa ahora es una comunicación que tranquilice al pueblo en África, que calme las mentes de los
fieles. Y él, como pastor, estaba afectado por esta situación",
detalla el cardenal Ambongo.
Una
hora después, el cardenal Fernández, de Doctrina de la Fe acudía a la mesa y
acordaron entre los tres trabajar al día siguiente. Y así fue.
"Con el prefecto, yo frente al
ordenador, un secretario que escribía, preparamos un documento. Lo
preparamos en diálogo y acuerdo con el Papa Francisco, de manera que a cada
momento, lo llamábamos para hacerle preguntas, para ver si estaba de acuerdo
con esa formulación, etc. Al final, firmé
el documento como presidente del SECAM en nombre de toda la Iglesia católica de
África. Y el prefecto del dicasterio lo co-firmó, no el documento que
se hizo público, sino el documento que guardamos en los archivos. El documento
se titula «NO a la
bendición de parejas homosexuales en las Iglesias católicas»",
detalla.
Bendecir personas, sí ¡para que cambien!
Ambongo,
como todo el mundo en la Iglesia, está a favor de bendecir a las personas individuales, igual que
cuando visita prisiones bendice a los presos incluso si son
"personas que han masacrado, que han matado".
Los
bendicen "con la esperanza de que la gracia de la bendición pueda ayudarlo
a convertirse. Y si bendecimos a un homosexual, también es para decirle que su orientación sexual no está de
acuerdo con la voluntad de Dios. Y esperamos que la bendición pueda
ayudarte a cambiar. Porque la homosexualidad está condenada en la Biblia y por
el magisterio de la Iglesia. No podemos ser promotores de una desviación
sexual".
El
cardenal aprovecha para criticar que a Occidente "no le gustan los
niños", que está en "decadencia cultural y moral" y que "Naciones Unidas está
tratando de promover la ideología LGBT que, a través de los órganos de las
Naciones Unidas, especialmente UNICEF, la OMS y otras estructuras de
las Naciones Unidas, nos impone su cultura mediante financiamiento. Y si no
aceptamos, cortan la financiación".
Más datos sobre esta
entrevista en español, aquí
en Infocatólica.