El Papa Francisco ha dirigido un mensaje a los jóvenes que participan en el 46° Encuentro europeo organizado por la Comunidad de Taizé, que tiene lugar estos días en Eslovenia
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Imagen referencial del Papa Francisco con una niña durante una Audiencia General | Crédito: Vatican Media |
En su mensaje,
firmado por el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, el Papa
Francisco mostró su cercanía a los jóvenes y aseguró que la Iglesia les
necesita “para ser plenamente ella misma”.
“Como Iglesia
—precisó el Santo Padre—, “sois el Cuerpo del Señor Resucitado presente en el
mundo”.
A continuación,
lamentó que “vivimos en un mundo ruidoso en el que se ahogan los valores del
silencio y la escucha”, y por ello les invitó a redescubrir esta “dimensión
profunda”, la que definió como “un acto de amor”.
El Papa
Francisco también señaló que vivimos “tiempos difíciles”, con conflictos y
guerras repartidos por todo el mundo.
En esta línea,
les exhortó a atreverse “a construir un mundo diferente, un mundo de escucha,
de diálogo y de apertura, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece” y a
dar testimonio “de la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, de
la valentía y del perdón”.
También les
animó a ser ejemplo de “fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la
lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres y de la amistad
social”.
Para el Santo
Padre, uno de los retos a los que se enfrentan los jóvenes es el de “caminar
juntos” para “trabajar por la transformación cualitativa de la vida en nuestras
sociedades”.
Según explicó,
“caminar juntos” significa “bloquear el camino a la marginación, al cierre, la
exclusión y el rechazo de una categoría de personas”.
“Debemos
comprometernos a vivir como nuestro Maestro y Señor Jesús, que no excluyó a
nadie de su camino”, señaló.
El Papa
Francisco expresó su confianza en los jóvenes y les invitó también a hacer
realidad sus sueños de “amor, justicia y paz”, así como a vivir el
presente.
“No
sacrifiquéis vuestra preciosa juventud en el altar de los placeres falsos y la
superficialidad. No dejéis que os roben vuestros sueños”, les pidió el Papa
Francisco.
Por Almudena
Martínez-Bordiú
Fuente: ACI
Prensa