¿Hundido?
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
Desde hacía unas semanas me notaba que la voz
se me cansaba mucho, especialmente al hablar o leer en voz alta. Lo cierto es
que no tenía ni idea de qué podía estar sucediendo, pero el asunto comenzaba a
preocuparme.
-¡Pues sí, pero no sé el qué!
-Te he escuchado: se te cae la voz hacia abajo.
Eso destroza la garganta.
Ahí mismo me enseñó unos ejercicios para
“colocar bien la voz”. Efectivamente, hace tiempo estuve con dolor de garganta
y, por querer protegerla hablando bajo, ¡me la estaba destrozando!
El asunto me hizo recordar un cuentecillo que
me contaron hace tiempo:
Qué razón tiene. El miedo estaba hundiendo mi
voz, igual que el miedo hundió a Pedro, ese mismo Pedro que, unos segundos
antes, caminaba sobre las aguas…
El miedo pesa y puede aplastarnos, hundirnos,
¡y es tan fácil sentirlo! Por eso, la frase que más repite el Resucitado es “No
tengáis miedo”. ¡Cristo nos quiere libres, quiere que volemos muy alto!
La respuesta que Él nos ofrece frente al miedo
es la confianza. Centrar nuestra atención no en las dificultades del camino,
sino en Quién nos acompaña en él. Si Pedro se hundía, ¡fue por poner sus ojos
en la tormenta! Para caminar sobre las aguas, basta con mantener la mirada fija
en Jesús.
Hoy el reto del amor es subir la voz. ¡No, no
es necesario que grites! Pero hoy deja que tu corazón cante con confianza, y
que este canto suene más fuerte que cualquier miedo. Camina sin peso: vamos de
la mano de Cristo, Él nos cuida, ¡nada escapa de Su plan! ¡¡¡Feliz día!!!
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
06 noviembre 2023
Fuente: ACI
Prensa
