El Adviento es un tiempo en el que podemos recordar que la vida está cargada de significado y propósito, viajando hacia un futuro de esperanza
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| Kyle amplio | CC0 |
Es relativamente fácil en el mundo
actual aburrirse, no sólo del momento actual, sino de la vida en general.
Cuando no estamos entretenidos con
la última publicación viral en las redes sociales, podemos caer en un
aburrimiento persistente que llega hasta el fondo de nuestra alma.
La cura a este aburrimiento, según
el Papa Benedicto XVI, es vivir con esperanza , esperando nuestra unión
definitiva con Dios.
Explicó en una homilía de Adviento en 2009 cómo
la espera puede volverse “insoportable” cuando no vivimos con sentido.
[E] aquí hay muchas formas
diferentes de esperar. Si el tiempo no se llena con un presente dotado de
significado, la expectativa corre el riesgo de volverse insoportable; si se
espera algo pero en un momento dado no hay nada, es decir, si el presente
permanece vacío, cada instante que pasa parece extremadamente largo y la
espera se convierte en una carga demasiado pesada porque el futuro sigue siendo
completamente incierto.
Si la vida no tiene sentido y sólo
implica navegar sin pensar por nuestros teléfonos, esperando que algo nos
entretenga; la vida se volverá insoportable.
El aburrimiento nos conquistará a
nosotros y a nuestro corazón.
El antídoto
Afortunadamente, el Papa Benedicto
XVI nos ofrece un antídoto.
Por otra parte, cuando el tiempo
está dotado de significado y en cada instante percibimos algo concreto y
valioso, es entonces cuando la alegría de la espera hace más precioso el
presente. Queridos hermanos y hermanas, vivamos intensamente el presente en el
que ya recibimos los dones del Señor, vivámoslo enfocados en el futuro, un
futuro cargado de esperanza . De este modo, el Adviento cristiano se
convierte en una oportunidad para despertar en nosotros el verdadero sentido de
la espera, volviendo al corazón de nuestra fe, que es el misterio de Cristo, el
Mesías esperado durante largos siglos y que nació en la pobreza, en
Belén.
Cuando vivimos de esta manera,
esperamos la presencia de Dios en nuestras vidas y somos conscientes de que él
siempre está activo en ella.
El Adviento puede ayudar a curar
nuestro aburrimiento, ya que nos recuerda que la vida se trata de esperar con
expectación la venida del Mesías. Nuestra vida tiene un gran significado y
propósito y cuando nos aburrimos de la vida, podemos recordar que Dios está con
nosotros, llamándonos a él.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia
