En lugar de adoptar disfraces que encarnen monstruos o personajes oscuros de la ficción, un número creciente de familias está optando por sustituir Halloween por Holywins, que se puede traducir como “la santidad vence”.
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Niños disfrazados de santos. Crédito: Arquidiócesis Católica de Sydney |
Esta festividad se
presenta como una oportunidad excepcional no sólo para conocer más acerca de la
vida de estos santos, sino también para emular sus ejemplos de devoción y
servicio. Estas ideas fueron destacadas por el Obispo Auxiliar de Sydney
(Australia), Mons. Richard Umbers, en el 2022.
El Obispo australiano explicó que el acto de
“disfrazarse de amados santos” en la vigilia de la fiesta de Todos los Santos
(31 de octubre), constituye “una expresión gozosa de la piedad popular, que
recupera las raíces cristianas de Halloween y cultiva la tradición de la
Iglesia de observar las fiestas litúrgicas”.
Con la llegada del Holywins, parroquias de todo el
mundo están alentando a niños y jóvenes a participar en la práctica de vestirse
como santos, a fin de reforzar la identidad cristiana de esta festividad.
Además de los disfraces, se organizan diversas actividades tanto devocionales
como recreativas.
El P. Andrew Benton,
párroco de la Iglesia St Michael's en Belfield (Australia), templo que en años
anteriores ha acogido la celebración del Holywins, señala que para él “es
muy importante” que los más chicos “aprecien a los santos en el cielo, y que
aspiren a ser como ellos”.
El sacerdote no sólo lo ve como una misión
personal, sino como una oportunidad excepcional para todas las parroquias. En
su opinión, este enfoque es “una gran oportunidad para que los niños piensen
con más profundidad sobre algunas de las cosas católicas que fueron atrapadas
en nuestra cultura y descristianizadas”.
Micheline Elías,
coordinadora de educación religiosa en el colegio St Michael's, comparte la
misma visión entusiasta. Ella considera que Holywins “podría ser una oportunidad para
evangelizar y celebrar las devociones católicas”.
En su opinión, este evento ofrece una valiosa
oportunidad para enseñar a los niños y a las comunidades acerca de la fe
católica, y alienta el desarrollo de virtudes y la búsqueda de la santidad en
la vida cotidiana.
Por Diego López
Marina
Fuente: ACI