En medio de
la crisis vocacional que enfrenta la Iglesia católica existen signos de
esperanza que nos muestran que hay jóvenes que siguen respondiendo a la llamada
del Padre
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Iesu Communio | Youtube. Dominio público |
Sin embargo, en medio de este panorama
desolador, hay signos de esperanza que muestran que Dios sigue llamando a
jóvenes a seguirle más de cerca y a consagrarle sus vidas
Uno de estos
signos es Iesu Communio – tsajenà, un instituto
religioso de derecho pontificio que nació en 2010 en la provincia de Burgos,
España. Se trata de una comunidad formada por más de 200 monjas, la mayoría
jóvenes y españolas, que viven una vida contemplativa y apostólica al servicio
de la Iglesia y del mundo.
Iesu Communio
tiene su origen en la antigua congregación de las clarisas franciscanas de Lerma,
fundada en 1606. En 1984, llegó al convento la madre Verónica Berzosa, una
joven religiosa que había sido profesora de filosofía y teología en la
Universidad Pontificia de Salamanca. La madre Verónica se convirtió en la
abadesa del monasterio y comenzó un proceso de renovación espiritual y
carismática que atrajo a muchas jóvenes que se sintieron llamadas a vivir una
vida radical de oración, pobreza y fraternidad.
En 2010, el
Papa Benedicto XVI erigió Iesu Communio como un nuevo instituto religioso, separado
de las clarisas franciscanas. El nombre significa «comunión de Jesús» y expresa
el deseo de las monjas de vivir en la intimidad con Cristo y en comunión con la
Iglesia y con toda la humanidad. El Papa Francisco aprobó las constituciones
del instituto en 2016.
Nuevas formas de vida consagrada
para los desafíos del mundo actual
Las monjas de
Iesu Communio viven en dos monasterios: el de San Pedro Regalado en La Aguilera
(Burgos) y Godella (Valencia). Allí dedican gran parte del día a la oración
personal y comunitaria, especialmente a la adoración eucarística. También
realizan trabajos manuales como la elaboración de dulces, el cuidado del huerto
o la restauración de muebles. Además, tienen una intensa actividad apostólica
que incluye atención a peregrinos, catequesis, misiones populares, retiros
espirituales, campamentos juveniles y obras sociales.
Se caracterizan por su alegría contagiosa,
sencillez evangélica, amor a la Iglesia y fidelidad al Papa. Su carisma está
inspirado en san Francisco de Asís, santa Clara de Asís, san Juan Pablo II y
santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein). Su hábito es blanco con un
escapulario azul y una cruz roja sobre el corazón.
Iesu Communio
es un ejemplo de cómo Dios sigue suscitando nuevas formas de vida consagrada en
la Iglesia para responder a los desafíos del mundo actual. Su testimonio es una
invitación a todos los cristianos a vivir con pasión su vocación bautismal y a
abrirse a la voluntad de Dios en sus vidas.
Matilde
Latorre
Fuente:
Aleteia