El 17 de octubre, a la una de la madrugada, unos bandidos fulani atacaron el monasterio benedictino de Eruku (en Nigeria, estado de Kwara, diócesis de Ilorin) y secuestraron a 3 monjes. En realidad, eran jóvenes postulantes, porque asaltaron el dormitorio del noviciado.
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Novicios benedictinos de Eruku, en Nigeria; su noviciado fue asaltado por bandidos fulani. Dominio público |
El
21 de octubre, tras cuatro días de secuestro, pusieron en libertad a los dos
secuestrados, el hermano Anthony Eze y el hermano Peter Olarewaju, que se recuperan en un hospital
de los golpes que les propinaron. No se sabe si se pagó rescate.
Un joven monje, jovial y orante
Los
que conocían al monje asesinado lo describen como "un joven muy devoto" y "muy tolerante".
El padre Joseph Ekesiobi, ex director de novicios, explicó al portal católico
AciAfrica que "el hermano Godwin vivía una vida contemplativa. Lo recuerdo
como un joven muy
tranquilo. Era muy jovial y muy orante".
Ekesiobi
detalló que "los bandidos
fulani vinieron armados. Rompieron las puertas de hierro del bloque
del noviciado donde dormía una docena de nuestros hermanos, entre novicios y
postulantes. Se llevaron a los tres y se fueron con ellos en medio de la
noche". Añadió que en el camino y durante todo su cautiverio, los
secuestrados fueron
golpeados con machetes.
Los
benedictinos siguen recibiendo amenazas de más ataques y aseguran que han
reubicado a los monjes en un lugar más seguro. Además, ha empezado la búsqueda en el río para
intentar encontrar el cadáver de Godwin Eze.
La inacción del Gobierno ante los fulani
De
entre los fulani, tradicionalmente ganaderos seminómadas musulmanes, a menudo
surgen bandas que atacan los asentamientos de pueblos agrícolas, muchas veces
cristianos, buscando botín, robando ganado o secuestrando.
En
los últimos años, ha
aumentado su nivel de violencia, usan armas de fuego y matan a más personas y
destruyen iglesias. Muchos detectan un mayor elemento de islamización en su
violencia.
Los
cristianos se quejan de que el Gobierno nacional no actúa ni protege a la
población. En 2020, el obispo
católico de Sokoto, Matthew Hassan Kukah, tras la decapitación de 10
cristianos en un ataque fulani, denunció que el Gobierno "está
sirviéndose del poder para asegurar la supremacía del islam. La única
diferencia entre el Gobierno y Boko Haram [grupo terrorista yihadista en África
central y Sahel] es que Boko Haram pone bombas".
Los benedictinos de
Eruku tienen una página de Facebook aquí.
G.
de A.
Fuente:
ReL