A menudo, luchamos por tener nuestro tiempo libre, pero hoy Jesús nos invita a encontrar el tiempo que nos libera", explicó el Papa Francisco este domingo en su saludo del Ángelus, comentando la parábola de Jesús sobre los invitados a la boda.
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| El Papa Francisco en el Ángelus animó a pasar tiempo con Dios y a orar el martes por la paz. Dominio público |
Para
el Papa, es ocasión para exhortar
a pasar tiempo disfrutando con Dios, tiempo con Dios que, al final, es un
tiempo que da libertad al hombre.
El
Papa señala que el rey (representando a Dios en la parábola) prepara un banquete "para
estar en comunión con él y entre nosotros", al que estamos todos
invitados, "aunque esta manera de actuar lo exponga a la posibilidad de
ser rechazado".
"Este
es el tipo de relación que nos ofrece el Padre: nos llama a estar con Él,
dejándonos la posibilidad de aceptar o no la invitación. No nos ofrece una relación de
sometimiento, sino de paternidad y filiación, que está necesariamente
condicionada por nuestro libre asentimiento", comentó el Pontífice.
Dios "siendo amor, respeta al
máximo nuestra libertad", porque "Dios se propone, no se impone", añadió el Papa.
Por eso necesita un 'sí' libre de los invitados. Ellos, los hombres, no
atienden, "porque piensan en sus propios asuntos". Dios, entonces, "no se da por
vencido, sigue invitando, es más, amplía la invitación, hasta que
encuentra quien la acepte, entre los pobres".
"¡Cuántas
veces no atendemos a la invitación de Dios porque estamos ocupados pensando en
nuestras cosas! A menudo luchamos por tener nuestro tiempo libre, pero hoy
Jesús nos invita a encontrar el tiempo que nos libera", detalló el
Pontífice.
Ese
tiempo que dedicamos a Dios "nos
salva del mal, de la soledad y de la pérdida de sentido. Vale la pena,
porque es bueno estar con
el Señor, hacerle un espacio". Todo eso se encuentra "en la Misa,
en la escucha de la Palabra, en la oración y también en la caridad".
"Muchos,
sin embargo, piensan que
estas cosas son ‘pérdida de tiempo’, y por eso se encierran en su mundo
privado; y eso es triste y genera tristeza. ¡Cuánta tristeza por esto,
por cerrarse!", lamentó el Papa. E invitó a todos a responder a las
invitaciones de Dios. "Que María, que con un "sí" hizo espacio a Dios, nos
ayude a no ser sordos a sus invitaciones", concluyó su mensaje sobre el
Evangelio.
Orar por Tierra Santa, contra "la fuerza
diabólica del odio"
Tras
el rezo del Ángelus, el Papa Francisco exhortó a todos a, con el poder de la
oración, a enfrentarse a la "fuerza diabólica" del odio en Tierra Santa. Pidió la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás y que se abran corredores
humanitarios en Gaza.
"La oración es la fuerza mansa y
santa a oponer a la fuerza diabólica del odio, del terrorismo, de la
guerra", señaló el Santo Padre tras el rezo del Ángelus .
"Invito
a todos los creyentes a unirse a la Iglesia en Tierra Santa y a dedicar el
próximo martes, 17 de octubre, a la oración y el ayuno", animó el
Pontífice, apoyando así el día de ayuno y oración que decretó el cardenal Pizzaballa, Patriarca
Latino de Jerusalén, pidiendo la paz.
Francisco,
al mencionar lo que "sucede en Israel y Palestina", dijo que pensaba
"en particular en los niños y ancianos. Renuevo el llamado por la
liberación de los rehenes, y pido con fuerza que los niños, los enfermos, los
ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto".
Que todas las partes respeten el derecho
humanitario
El
Papa insistió, como ha hecho la diplomacia vaticana estos
días, en que todas las partes implicadas deben respetar "el derecho
humanitario, sobre todo en Gaza, donde es urgente y necesario garantizar
corredores humanitarios y socorrer a toda la población".
"Ya
han muerto muchísimos. Por
favor, que no se derrame más sangre inocente, ni en Tierra Santa ni en Ucrania o en cualquier otro
lugar. ¡Basta! Las guerras son siempre una derrota, siempre", proclamó. A
continuación, dirigió el rezo del Avemaría pidiendo por la paz.
Israel
declara que los ataques terroristas de Hamás el sábado 7 de octubre dejaron
1.300 víctimas mortales de todas las edades, además de más de 100 secuestrados.
Desde entonces, el Ejército israelí bombardea la Franja de Gaza: según las
autoridades de la Franja (ligadas a Hamás), los bombardeos habrían causado
2.300 muertos en siete días. El
Ejército israelí pide a los civiles que abandonen la zona norte de la Franja (incluyendo
toda la ciudad de Gaza propiamente dicha), pero logísticamente parece
imposible.
En
la Franja escasean los víveres, agua, electricidad y los hospitales no tienen
recursos para atender enfermos ni heridos. No hay ningún mecanismo habilitado
para hacer llegar estos recursos. En la frontera sur, en el lado egipcio,
esperan numerosos camiones con ayuda de países árabes, pero las autoridades
egipcias no los dejan pasar hablando de la necesidad de revisarlos por
seguridad.
Jesús M. C.
Fuente: ReL
