El secreto
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
El otro día vinieron una gran amiga y mi profe
de órgano. Estuvimos compartiendo en el locutorio, tocando y… ¡¡¡haciendo
pan!!!
Resulta que mi profesor es un experto amasando,
¡y yo me moría por aprender!
Lo que más me impresionó fue ver la suavidad y
delicadeza con que trabajaba la masa. ¡¡¡No imaginas los cachiporrazos que le
pego yo!!! Vamos, ¡¡¡que me dejo hasta los hígados!!!
-Con amor, con amor -me insistía el- todo lo
que se hace con amor sale mejor. No es cuestión de fuerza, sino de amor…
Y, desde luego, la masa quedó de lo más
esponjosita, ¡¡y yo no me hice polvo los hombros!! Claro, con esta nueva
técnica, solo hay que acariciarla…
Ciertamente, ¡¡el pan se “amasa” a fuerza de
cariño!! No pude evitar imaginar a la Virgen, preparando suavemente el pan cada
mañana para José y Jesús. Y, ¿acaso no estaría pensando también en esto el
Señor al elegir quedarse entre nosotros escondido precisamente en el pan?
La Eucaristía es el pan que nos prepara el
Resucitado, un pan tan lleno de amor que esponja el alma. Él sabe bien que hay
que amasar muchas veces, dejar tiempos de reposo… El pan es el arte del amor y
la paciencia.
Y así es su cariño: no trabaja a fuerza de
golpes, sino con suavidad, volviendo una y otra vez, recogiéndote tras cada
caída, susurrando a tu alma: “siempre… eres mía”.
En un amor así, ¡¡¡se puede descansar!!!
Hoy el reto del amor es trabajar con cariño, no
con fuerza. Para ello, te invito a participar en una Eucaristía. Siente el amor
de Cristo que vuelve a entregarse a ti sin condiciones. Déjate acariciar por
Él, y hoy acaricia con tu mirada, con tus palabras, a quien tengas al lado,
¡aunque meta la pata! ¡¡¡Feliz día!!!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
06 agosto 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma
