Un grupo de monjas de clausura, que casi nunca o nunca salen de su convento, también están presentes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023, donde comparten su alegre testimonio y dan consejos a quienes tienen algún tipo de inquietud vocacional.
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Crédito EWTN News. Dominio público |
“Es la primera vez que venimos a este evento bellísimo que nos
va a alentar más, llegando a nuestro monasterio, para pedir por todos estos
jóvenes. Es una alegría ver tanta juventud buscando ver qué es lo que Dios quiere
de ellos”, asegura la superiora de la comunidad de San Francisco.
Sobre su historia personal, la religiosa recuerda: “Yo acompañaba
a una de mis hermanas de sangre que quería hacer una experiencia con las
adoratrices. Ella no se quedó pero me quedé yo. Tenía 23 años y tengo 39 años
en la vida religiosa”.
En su opinión, “la vida religiosa es lo más bello que me pudo
pasar y no tengo palabras para darle gracias a Dios, solamente mi vida para
darle gracias por haberme elegido”.
Sor María Grace de la Dolorosa, religiosa de 34 años,
estadounidense de padres mexicanos, comparte que apenas tiene cuatro meses de
consagrada, pero tres años y cuatro meses en la comunidad.
“Yo nunca quise ser monja pero mi hermana sí”, confesó. “Ella
conoció a las madres, pero aunque no se hizo monja se enamoró de su carisma y
organizó sus retiros y los llevó adonde yo estaba. Yo fui a uno de sus retiros
y sentí algo muy fuerte pero me dio mucho miedo y lo dejé como atrás”,
prosiguió.
Al participar de un segundo retiro, admitió, ya no pudo resistir
“ese llamado tan fuerte” y fue a una experiencia de 15 días con las
Adoratrices. “Allí vi que no necesitaba nada más, que nuestro Señor me estaba
dando todo lo que necesitaba”.
“Una de las cosas que más me hizo dar ese sí fue ver su alegría,
su deseo de santidad, de amar a nuestro Señor, de salvar almas que es lo que
hacemos. Dije que sí gracias a un paraguas, a una sombrilla porque un padre
dijo que si ‘ustedes rezan para que no llueva y salen con un paraguas, no
tienen fe’. Entonces yo dije ‘yo no quiero salir con un paraguas, sin fe’ y le
dije que sí a nuestro Señor”, compartió.
Sor María Magdalena del Sagrado Corazón, mexicana de 30 años,
explicó que ya lleva 10 años en la comunidad y que conoció a la orden cuando
tenía 20. Una tía suya la invitó a conocerlas y “nuestro Señor me llamó en ese
instante”.
La Madre Alma Ruth aconseja a los jóvenes darse “la oportunidad
de hacer una experiencia donde quieran, en cualquier monasterio, para ver si
realmente no es ese tu llamado. Ya luego veremos al matrimonio, pero si tienes
algún llamado dentro de tu alma ¡date la oportunidad de ser feliz con lo que
Dios quiere de ti!”.
A los padres de familia, la religiosa les dice: “No se van a
arrepentir porque no pierden un hijo ni a una hija, al contrario, ganan a una
comunidad completa y después son muy felices al ver a sus hijos felices”.
Sor María Grace por su parte, alienta a no tener miedo. “Si
tienes miedo este te va a paralizar. Si piensas que Dios te está llamando,
contesta. La vocación tiene dos puntos importantes: el llamado y la respuesta.
Si tú escuchas el llamado y no haces nada, este se queda nulo; pero si escuchas
el llamado y respondes, vas a ser verdaderamente feliz”.
A los papás, la religiosa de clausura también los anima a no
tener miedo “a dejar ir lo que en realidad no les pertenece. Somos de Dios.
Claro, les ha dado hijos para que los cuiden, los eduquen en la fe y los hagan
crecer como buenos cristianos, pero tienen que entregarlos donde sea que Dios
los llame: sea la vida religiosa o matrimonial”.
“No tengan miedo a entregar a sus hijos a la voluntad de Dios y
orar mucho por ellos para que sean buenos cristianos, que es lo que tanto
necesitamos en este mundo”, exhorta.
Sor
Mariana de las Llagas de Jesús, mexicana con 10 años con la Adoratrices,
recuerda a los jóvenes que Jesús no obliga: “Él no nos fuerza, es un caballero
y a los papás les daría el consejo de que dejen decidir a sus hijos por ellos
mismos, a lo bueno, a lo santo, a lo que Dios los está llamando y que los
apoyen 100 por ciento”.
Por
Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI