Durante una visita oficial al Muro de los Lamentaciones, una funcionaria de la Western Wall Heritage Foundation – el organismo estatal israelí que administra el lugar más sagrado de los judíos en Jerusalén – pidió al padre Nikodemus Schnabel, abad de la abadía de la Dormición de María, que se quitara la cruz pectoral.
Dominio público |
En el video puede verse al abad benedictino Schnabel
respondiendo a la funcionaria: «Esto es muy grave, no estás respetando mi
religión. Estás obstaculizando mis derechos humanos. Lo mío no es una
provocación, soy abad. Esta es mi vestimenta y la cruz es parte de ella».
El
P. Schnabel conectó dicho episodio con los reiterados gestos de intolerancia
denunciados en numerosas oportunidades por los líderes cristianos de Jerusalén
en las últimas semanas. «Es doloroso ver cómo el clima en esta maravillosa
ciudad está empeorando bajo el nuevo gobierno israelí», escribió Abbot Schnabel
en sus redes sociales. «Jerusalén es lo suficientemente grande para todos»,
agregó.
Por su parte, la Western Wall Heritage Foundation emitió
un comunicado pidiendo disculpas «por las molestias ocasionadas», pero defendió
la actuación de su empleada al señalar cómo «ella se acercó e, inocentemente y
con amabilidad, pidió [al abad] si podía cubrirse la cruz, precisamente para
evitar inconvenientes como los ocurridos recientemente en la Ciudad Vieja, por
respeto al huésped y al lugar. Después de que él se negara obviamente no
se le impidió la entrada y ella se retiró».
Periodista comprueba el
odio anticristiano de los judíos
El incidente y los malentendidos mutuos son emblemáticos de la
situación en Jerusalén. Hace pocos días, el periodista Yossi Eli, del canal 13
israelí, quiso comprobar personalmente la escalada de odio, que desde hace
tiempo es denunciada por los líderes cristianos. El periodista recorrió la
Ciudad Vieja de Jerusalén vestido con un hábito franciscano. Pasó un día entero
vestido de fraile, acompañado por un franciscano de verdad, fray Alberto Pari,
con el permiso de los superiores de la Custodia de Tierra Santa. El periodista
recorrió los pasos de decenas de religiosos cristianos de diversas confesiones
que diariamente se dirigen al Santo Sepulcro o a sus respectivos conventos.
Según muestra un reportaje filmado con cámara oculta y difundido por la cadena
de televisión, a los pocos minutos de salir del convento de San Salvatore, el
periodista fue acribillado a insultos y escupitajos. Gestos que luego se
multiplicaron, y que fueron cometidos inclusive por militares y hasta por un
niño.
En la Ciudad Vieja de Jerusalén, el clero cristiano ha sufrido
hechos de vandalismo y acoso de manera ocasional, pero en los últimos meses
estos incidentes se han incrementado notablemente. En noviembre, dos soldados
de la Brigada Givati de las Fuerzas de Defensa de Israel fueron arrestados
bajo sospecha de escupir al arzobispo armenio y a otros peregrinos durante una
procesión en la Ciudad Vieja. A principios de enero, dos adolescentes judíos
fueron arrestados por dañar tumbas en el cementerio protestante del Monte Sión.
La semana siguiente, el centro comunitario maronita en la ciudad norteña de
Ma'alot-Tarshiha fue destrozado por sujetos no identificados durante las
vacaciones de Navidad.
También fueron vandalizadas las viviendas de la comunidad
armenia de Jerusalén: en reiteradas ocasiones, aparecieron numerosas frases
discriminatorias pintadas en el exterior de los edificios del barrio armenio.
Algunos observadores vinculan el aumento de estas conductas agresivas a la
composición del actual gobierno israelí, que incluye facciones de extrema
derecha que, en nombre de la protección de la identidad judía de Jerusalén, se
oponen ferozmente a las manifestaciones públicas del culto cristiano.
A principios del mes en curso, el presidente Isaac Herzog
condenó la escalada de estos gestos violentos, calificándolos como «una
verdadera vergüenza». Se pronunció enérgicamente contra la violencia, «en todas
sus formas, dirigida por un grupo pequeño y extremista de personas, contra los
lugares santos de la fe cristiana y contra el clero cristiano en Israel», dijo
durante el servicio conmemorativo por el fundador del sionismo Theodor Herzl.
«Esto incluye escupir y profanar tumbas e iglesias», un fenómeno que, observó,
«está aumentando».
Fuente: Asia news/InfoCatólica