“Estoy a la puerta”
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
-Israel, ¿qué has estado haciendo esta tarde?-
me preguntó una hermana al llegar a vísperas
-Pues he estado en la celda… -le dije
brevemente para no ponerme a enumerar cada una de las cosas que había hecho.
-Te he estado llamado a la puerta, y tenías
tanto ruido dentro, que ni me has oído.
Me quedé sorprendida, porque realmente no había
escuchado que nadie llamara a la puerta. En ese momento estaba pasando el
aspirador, y claro, imposible escuchar nada con tanto ruido.
Así que, casi sin darme cuenta de mis propias
palabras, me brotó decirle:
-Vaya, siento mucho que hayas llamado a mi
puerta y yo no me haya enterado… espero que esto mismo no me pase con el Señor.
Según me surgieron estas palabras vi claro que
aquella situación era de reto. Porque ciertamente, cada día esto mismo nos
sucede con Cristo. El ruido interior, así como el ruido exterior, el ritmo de
vida en el que nos sumerge esta sociedad y tantas otras cosas… muchas veces se
vuelven impedimento para escuchar al Señor.
Él, pacientemente, se pone a llamar a la puerta
de nuestra vida para ver si le invitamos a entrar y a ocupar Su lugar. Pero nos
ha hecho libres, y por eso mismo hace como hizo aquella hermana, que aún
sabiendo que estaba dentro, no intentó entrar sin que yo le abriera primero.
No me quiero perder la Palabra del Señor para
mi Vida, no quiero dejar que pase de largo, sino que se detenga en mí, y que se
instale ahí. Por esto ayer redescubrí qué necesario es acallar tanto ruido.
Muchas veces escuchamos más lo que dice nuestra propia razón en lugar de
confiar en Su Palabra. Y sin embargo, Él con Su Palabra hizo los cielos y la
tierra, y toda la creación, y con Su Palabra sostiene el universo… ¡Realmente
sí que es digna de ser escuchada y acogida!
Hoy el reto del amor es hacer silencio para escuchar
al Señor. Él está ahí, llamando a tu puerta, pero… ¿realmente quieres que
entre?
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
21 julio 2023
Fuente: Dominicas de Lerma