Mirar de verdad
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El cinturón que llevamos puesto lleva un
Rosario prendido que cae desde la cintura. Una hermana se me acercó y me dijo:
—¿Estás cómoda con el Rosario tan largo? Creo
que te lo tendría que subir un poco, ¿me lo dejas?
Al final de la mañana, lo tenía colgado en el
picaporte de la puerta. Al ponérmelo me di cuenta de que realmente lo
necesitaba: me sentía mucho mejor, más cómoda, pero, como yo no me veo, no
había reparado en ello.
Su mirada me conmovió y en su acción me llegó
el amor del Señor.
Llegué a la oración y le pedía al Señor esa
mirada, mirada que vea a los hermanos, que toque sus realidades.
Mirar es un don, ver a los hermanos, verles de
verdad en lo pequeño; muchas veces la actividad o nuestros pensamientos nos
impiden tener una mirada atenta.
La fuerza del cristiano está en el Amor y este
amor es salir de uno mismo en Cristo para mirar a las personas; hace que te
posiciones en el “tú” y, desde ahí, que te brote del corazón, el gesto oportuno
que marca la diferencia.
El otro recibe sintiéndose amado, y al que mira
y da Amor en Cristo, aunque el otro no lo vea, ensancha y llena de gozo el
corazón.
Jesús, ve a las personas. En el Evangelio nos
muestra este camino de mirada de Amor yendo a comer a casa del publicano en el
que encuentra soledad e incomprensión; colmando la sed de la samaritana; dando
esperanza al ladrón arrepentido…
Hoy el reto del amor es que mires a tres
personas con las que te encuentres. ¿Qué dice su cara, su forma de mirar…? Pide
al Señor mirarles con Su mirada y ten un detalle con cada uno desde lo que se
ve hasta llegar a tocar su corazón con el Amor de Cristo.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 julio 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma