A lo esencial
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.Dominicas de Lerma
Llevaba ya unos días queriendo limpiar mi celda, una
limpieza a fondo, que incluyera reorganizar el armario. Pero, justo antes de
empezar, caí en la cuenta: con el rato que tenía, si no iba a lo esencial, no
limpiaría nada.
Me puse directamente a ordenar el escritorio y a pasar
el aspirador. ¡Me dio el tiempo exacto!
Claro que me hubiese gustado hacerlo todo mucho más a
fondo. Pero, si no lo hacía así, ¡corría el riesgo de no avanzar nada y
estropearlo todo!
Puede ser que a ti te esté pasando lo mismo. Quizá tu
piedra de tropiezo no sea la falta de tiempo, pero, con el ajetreo y los
cambios del verano, puede ser la falta de paciencia, de paz... Con más tiempo
de convivencia y a veces en situaciones nuevas, es muy fácil que se den
malentendidos o salten algunas chispas.
En el grupo de los Doce la convivencia podía haber
sido un completo desastre, no fue así porque Jesús les miró. Esa mirada bastó
para dejar atrás sus diferencias y descubrir que tenían algo en común: cada uno
era infinitamente amado por Cristo. Jesús era lo esencial, lo que hacía que
todo lo demás fuese muy relativo.
Solo el amor puede saltar por encima de las
diferencias y asombrarse de la maravilla del otro, descubrirle como un don, un
regalo. Solo el amor puede dejar atrás pequeñas razones, para apostar por la
gran razón que es amar al otro.
Hoy el reto del amor es ir a lo esencial. En tu
oración, pídele a Cristo unos ojos nuevos para descubrir a las personas con las
que convives como un regalo. Y, a lo largo del día, si notas que algo te
disgusta, para un instante con el Señor y pregúntale: “¿Esto es realmente
importante?”. Ve a lo esencial, ¡apuesta por el amor!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
22 julio 2023
Fuente: Dominicas de Lerma